CASTELLÓ. El Acord de Fadrell tiene una patata caliente con las tascas de Castelló. El informe negativo de la Conselleria de Transición Ecológica sobre el cese de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) compromete la estrategia del equipo de gobierno acerca de flexibilizar las prohibiciones por el consumo de alcohol en vía pública. A pesar de que el documento carece de vinculación por su naturaleza consultiva, sí que afecta de alguna forma al marco legal. Fuentes municipales señalan que abre la puerta a un futuro conflicto judicial vía recurso Contencioso-administrativo.
En efecto, el equipo de gobierno consultará con los técnicos municipales sobre las posibles consecuencias de eliminar la ZAS antes de tomar cualquier decisión. De hecho, la valoración de los funcionarios determinará el camino a seguir, una hoja de ruta que se consensuará entre los tres grupos que integran el ejecutivo local (PSPV, Compromís y Podem-EUPV), según las mismas fuentes.
El próximo 10 de noviembre se cumple el plazo de tres meses para que el Fadrell resuelva las ochos alegaciones formalizadas tras la exposición pública sobre el acuerdo de suprimir la Zona Acústicamente Saturada. Cinco de los recursos se refieren a la actividad comercial y tres tienen un interés vecinal. Los más significativos se centran en la ampliación del horario acerca de beber en la calle (hasta las 23.30 horas), la concesión de licencias para ampliar o mejorar los locales existentes y, por último, el mantenimiento de la propia ZAS.
Para responder a las reclamaciones, el Ayuntamiento necesita primero que la Conselleria remita su respuesta a propósito de la apelación presentada a raíz del informe. Según fuentes de Transición Ecológica, la contestación se remitirá "en días". Presumiblemente, esta misma semana.
Como avanzó Castellón Plaza, el escrito irá en la línea del documento emitido el pasado 27 de julio y que advierte que, debido a los datos obtenidos en el medidor instalado en la calle Vera (enfrente del Casino Antiguo), "no se dan los requisitos para declarar el cese de la ZAS". El servicio de Protección de la Atmósfera, responsable de analizar el estudio de monitorización, señala igualmente que "no queda acreditado la recuperación" de los datos en relación a 2010, antes del cambio del marco normativo de las tascas por sentencia judicial.
La Conselleria insiste en que los niveles de decibelios deben estar por debajo del límite permitido en todos los puntos de control, independiente de localizarse en Barracas e Isaac Peral (áreas de mayor ruido) o su entorno de influencia. No obstante, puntualiza que la decisión final corresponde exclusivamente al Ayuntamiento al tratarse de la única entidad con competencias en esta materia.
Esto significa que cualquier responsabilidad futura sobre la eliminación de la Zona Acústicamente Saturada recaerá en el consistorio. De ahí que ahora desde el Fadrell se esté replanteando la hoja de ruta para garantizar que la decisión que finalmente se adopte cuente con la máxima seguridad jurídica.