VALÈNCIA. El proceso de desapalancamiento bancario en esta autonomía sigue su curso... y lo que le queda. Así lo delata el último informe Las entidades de depósito en la Comunitat Valenciana de la conselleria de Hacienda y Modelo Económico de la Generalitat Valenciana, que recoge la destrucción de dos tercios de las redes comerciales de bancos, cajas de ahorro -en realidad solo Caixa Ontinyent- y cajas rurales desde el inicio de la crisis de 2008 hasta el pasado 30 de junio.
Al cierre de aquel ejercicio eran 5.061 sucursales las que había repartidas por Valencia, Castellón y Alicante en lo que fue su máximo histórico. Pues bien al término de la primera parte de 2022 solo quedaban 1.706, es decir, un 66,29% menos o en números absolutos 3.355. Casi nada.
Se trata de seis puntos porcentuales más que en el conjunto nacional, dado que en dicho periodo de tiempo el cierre de oficinas bancarias ha alcanzado el 60,53% de la red, es decir, 27.637 tras pasar de 45.662 -también récord histórico- del último día de 2008 a las 18.025 del cierre del primer semestre del año en curso.
Ni que decir tiene que aquella crisis sumada a la del covid-19, unos tipos de interés en negativo para el sector durante varios años, la aparición de nuevos competidores -fintech y bigtech- y, entre otros factores, una hiperregulación están detrás del desapalancamiento de la banca. Un movimiento que sigue su curso descendente y que todavía no tiene visos de frenarse. En este sentido basta dar una vuelta por cualquier barrio donde rara es la semana en la que una entidad financiera baja la persiana.
Volviendo a los números de la Comunitat Valenciana, Castellón es la provincia que más sucursales ha perdido en porcentaje (-67,45%), lo que equivale a 458 oficinas menos al pasar de las 679 hasta quedar con tan solo 221. A continuación aparece Valencia con un 66,78% menos de red (-1.767), que ha visto como de las 2.646 que tenía en 2008 se ha quedado -de momento- en 879; mientras que en Alicante la caída es del 65,09% -1.130-, que salen de las 1.736 de hace 14 años a las 606 del 30 de junio de 2022.
Así se explica que la cuota de mercado autonómico respecto al conjunto español haya descendido desde el 11,08% hasta el 9,46%. O lo que es lo mismo: la cifra más baja de toda la serie histórica iniciada en 1991 del otrora brazo ejecutor de la política financiera del Consell.
Mientras tanto, el informe de la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico de la Generalitat Valenciana recoge que tanto los depósitos como los créditos al sector público y residente de la banca que opera en la autonomía se elevaron en los seis primeros meses del pasado ejercicio. Y en ambos casos muy por encima de la media nacional.
Así, los depósitos lo hicieron a un ritmo anual del 9,01% hasta totalizar 129.697 millones de euros frente al 4,37% de crecimiento en todo el territorio español, cuyo importe ascendió a 1,51 billones de euros. Esta autonomía se mantuvo en el cuarto puesto del ranking por detrás de Madrid (409.851 millones), Cataluña (216.562 millones) y Andalucía (155.771 millones).
En lo que a créditos se refiere, la banca que opera en la Comunitat Valenciana concedió 113.985 millones de euros, lo que representa un incremento anual del 0,86%. En toda España fue de una caída del 0,04% hasta los 1,26 billones de euros. Idéntica posición en el ranking nacional, cuarto puesto, tras Madrid (364.191 millones), Cataluña (212.043) y Andalucía (156.665 millones).