CASTELLÓ. A Podem Castelló y Esquerra Unida se les empieza a echar el tiempo encima. A menos de un mes para que se abra el plazo de presentación de candidaturas ante la Junta Electoral (el 19 de abril), las urgencias amenazan con convertirse en malas compañeras de viaje a fin de culminar con éxito la negociación que permita reeditar la confluencia. La actual situación de bloqueo presagia un ejercicio de sacrificio de los dos partidos si el objetivo estriba en concurrir en coalición a las elecciones del 28M.
El principal escollo radica en el diseño de la lista municipal. La existencia de dos propuestas prácticamente opuestas supone en estos momentos un obstáculo insalvable a fin de avanzar en otras cuestiones en las que sí se está de acuerdo. Por ejemplo, en la línea programática y la defensa de las políticas sociales como eje principal de la precampaña, que debe arrancar el 4 de abril.
Las discrepancias entre la formación que lidera Marisol Barceló (la morada) y la que encabeza Silvia Peris residen en la fórmula para definir la candidatura. Más allá de que se singularice por ser cremallera y plural, los planteamientos de cada formación chocan frontalmente. Ese enfrentamiento motiva que no haya ningún avance significativo desde hace casi dos meses, cuando las dos fuerzas políticas decidieron abordar en profundidad la continuidad de la convergencia.
Podem Castelló, a instancias de las directrices marcadas desde la dirección autonómica, plantea unas condiciones inasumibles para EU, siempre que el objetivo del acuerdo implique visibilizar una integración real. Por un lado, exige ostentar a la cabeza de lista (la citada Barceló). Por otro, reivindica los principales puestos de salida, de manera que el rol de la otra parte resulte secundario.
Ante lo que se considera una "imposición", el partido de Peris sugiere como alternativa elaborar un listado de nombres alterno, en el que exista el mismo número de representantes (o casi) tanto de un lado como del otro. Asimismo, ofrece una solución intermedia acerca de la alcaldable y con la previsión de que solo se pueda conseguir un concejal, como apuntan algunos sondeos. Para evitar un agravio que pueda desmovilizar a una de las dos patas de la confluencia, propone que el acta sea rotatoria. Dicho de otra manera, que cada una de las líderes ejerza como regidora durante dos años. Faltaría concretar cuál de las dos empezaría la legislatura.
Este jueves está previsto que delegados de ambas formaciones se sienten de nuevo en la misma mesa para hablar y tratar de desbloquear la actual paralización. Como publicó Castellón Plaza el pasado domingo, la cúpula de EU medita seriamente romper las conversaciones y valorar otras opciones debido a la inflexibilidad del colectivo morado.
Hace un año por estas fechas, los dos partidos y Castelló en Movimient (CSeM) estaban metidos de lleno en un proceso de primarias a tres bandas para elegir a los candidatos. Las votaciones determinaron que el secretario general de Podem, Fernando Navarro, se alzara con la victoria como número uno de la candidatura. Por los reajustes internos, María Jesús Garrido, de la agrupación asamblearia, acabó siendo la dos. Ambos entraron como concejales en el consistorio de la capital de la Plana tras los comicios municipales.