VILA-REAL. De seguir por los mismos derroteros que se han dado a lo largo de estas fiestas de Sant Pasqual, la presente edición será una de las más tranquilas y exitosas de los últimos años por la escasez de incidentes de relevancia, la buena climatología, la masiva participación y asistencia o la conmemoración de dos momentos únicos, como fue la celebración este pasado lunes de la primera Xulla como fiesta de interés turístico provincial o la exaltación del santo por los cuatro siglos de su beatificación. Hitos de unos festejos que tendrán este viernes, con la procesión en honor al patrón, uno de los episodios más relevantes de la fiesta.
El jueves, víspera de este viernes festivo en Vila-real, volvió a poner de manifiesto el buen ambiente que se vive en la ciudad ante un puente que vendrá cargado de actos. Ya este día se pudieron disfrutar de los primeros aperitivos como es la sucesión de juegos y actividades dirigidas a los más pequeños de la casa. Antes de llegar a las horas vespertinas, los medios de comunicación volvieron a abrir las puertas de sus bodeguillas, actos sociales que concentran a representantes de la sociedad civil de la ciudad, cargos institucionales, profesionales y empresarios que comparten momentos de asueto como los que se pudieron disfrutar en el rincón festero organizado por Castellón Plaza, siempre en estrecha colaboración de la Fundació Caixa Rural de Vila-real.
Ya por la tarde, los más taurinos pudieron disfrutar de la entrada y suelta de vacas por el recinto de cadafals en una jornada festiva que también aglutinó gestos solidarios como la recogida de alimentos para Cáritas, como así viene ya tradicional en este festejos. En este caso, se desarrolló una recogida de alimentos para las capas de la población socialmente más vulnerables.
Seguidamente, uno de los momentos solemnes más esperados de la jornada, como fue la Ofrena de Flors a Sant Pasqual, con la ya habitual presencia de peñas, volcadas siempre en cada uno de los actos que se organizan. Nada más concluir este torrente floral, tuvo lugar la tradicional Foguerá, que dio paso ya a los actos más lúdicos. Con un concierto en la plaza Mayor como tributo al cantante Luis Miguel, la noche se abalanzó sobre los participantes en la fiesta, a los que buena parte les pilló de madrugada con la traquilidad de que en Vila-real este viernes es festivo.