CASTELLÓ. Casi siempre que se habla de una guerra se pone el foco en la destrucción que esta deja a su paso. Se lamentan los daños globales, pero no se habla de los traumas individuales. En Morir por cerrar los ojos, Max Aub quiso ahondar en el entramado psicológico que conlleva estar dentro de un conflicto bélico. Cómo afronta cada individuo el temor a perderlo todo, incluso la vida, y cómo el instinto de supervivencia aflora en consecuencia.
¿Ceder para evitar el conflicto o luchar contra el avance de los fascismos y la barbarie? ¿Es necesario tomar partido? ¿Cuáles son las consecuencias de mirar hacia otro lado? ¿No puedo o no quiero ver? El escritor valenciano, que sufrió en sus propias carnes los castigos de ser considerado "enemigo" del régimen, enfrenta al espectador a estas y otras preguntas y ofrece otra visión de la guerra. Las armas no protagonizan sus escritos, en su lugar habla de los engaños, espiojanes, traiciones que se generan ante una situación de vida o muerte. Una obra que regresa al presente, siendo más vigente de lo que desearía, gracias a su adaptación al teatro.
La productora mexicana Zafiro Cinema llevará hasta Segorbe la representación de Morir por cerrar los ojos. Será el 29 de septiembre y el 1 de octubre cuando tome el Teatro Serrano, como parte de la agenda de actividades que el municipio y la Fundación Maux Aub llevan todo el año desarrollando para conmemorar el 50 fallecimiento del escritor.
Bajo la dirección de María de Orduña, la obra fue estrenada a principios de este año en México, país donde el escritor residió tras huir de los totalitarismos de España y Europa en 1942 y donde ya permaneció hasta el final de sus días. Estaba, en efecto, previsto que este texto subiera a los escenarios en 2019, cuando se cumplían ochenta años de su exilio a México, pero con la pandemia, su representación quedó paralizada y no ha sido hasta ahora que se ha recuperado gracias al apoyo del Ateneo Español de México y la misma Fundación Max Aub. Se trata además de la primera vez que la obra, publicada en 1944, se representa en España. "La realidad siempre supera la ficción y ahora que hay un conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, este montaje resulta más que oportuno".
Morir por cerrar los ojos cuenta la historia de dos hermanos españoles inmigrantes que cruzaron la frontera tras terminarse la guerra civil española e instaurarse el franquismo. En busca de una vida más libre, llegaron a la París de 1940 sin saber que acabarían prisioneros en campos de concentración junto a muchos otros extranjeros. Los protagonistas topan con una sociedad francesa apática frente a la inminente invasión nazi alemana.
Se trata de un texto que Max Aub publicó hasta tres veces. La primera en 1944 en México, la segunda en Barcelona en 1967, y en la última en México de nuevo, en 1968, a fin de evitar la censura española que le había obligado a eliminar fragmentos del texto original. Aun así, el escritor se empeñó en su publicación para visibilizar las consecuencias que tiene mostrarse sordo, ciego y mudo ante la postura política de un país. La obra, que con todo tiene tientes de humor, hace memoria para evitar errores del pasado y si esto no es posible, al menos para "abrir los ojos a una sociedad más informada, solidaria y tolerante".
Sobre el escenario se podrá disfrutar de la música en directo de Carlos Gágaro y de la interpretación de Jorge Aznar, Eduardo Díaz, Matilde Gimeno, Marta Mestre, Luis Mladosich, Víctor Nanclares, Julieta de Orduña, Ana Parejo y Salwa. Cada actor y actriz interpretará a su vez a al menos cuatro personajes. Desde un inspector de policía francesa que se encarga de detener a las personas que están ligadas con el comunismo, hasta un recluso de un campo de concentración francés que termina convirtiéndose en "topo" del Estado o un teniente comprometido con su país. Todos estos personajes los interpreta, en su caso, Eduardo Díaz.
Con todo, la representación en Segorbe llega coincidiendo con las jornadas 'Max Aub: 50 años después', que contará con diferentes mesas redondas, representaciones de teatro y lecturas, los días 29 y 30.