CASTELLÓN. A día de hoy el cáncer de mama ataca a una de cada ocho mujeres en España. Y no entiende de edades, ni de clases, ni de tamaño, simplemente llega y quiebra tu vida tal y como la conocías. Miles de mujeres se enfrentan cada día a esta enfermedad que, desgraciadamente, sigue llevándose a 6.000 mujeres al año en nuestro país, pero lo que nunca podrá llevarse son las ganas de vivir, de avanzar y de combatir de todas las personas, amigos, amigas y familiares que le hacen frente.
Personas como Elvira Monferrer, que no solo se vio afectada por la enfermedad, sino que sacó fuerzas de flaqueza y desde la fundación que preside, está ayudando también a todas las mujeres y hombres que se enfrentan a este tipo de cáncer. En el año 2006 le diagnosticaron a Elvira un cáncer de mama, una situación que no era nueva para las mujeres de su familia, pues su abuela y su madre también lo padecieron. Fue en ese momento cuando miles de dudas asaltaron su mente, se preguntaba el motivo de por qué el cáncer de mama había atacado a las dos generaciones anteriores de su familia y necesitaba respuestas.
Pero no hay respuestas sin investigación y no hay investigación sin fondos que la financien, por esta razón y con la intención y el deseo de Elvira de agradecer a todas las personas que estuvieron a su lado durante la enfermedad, nació la Fundación Le Cadó hace nueve años, para la investigación y lucha contra el cáncer de mama y facilitar apoyo o ayuda a las familias afectadas por la presencia de la enfermedad. “La Fundación Le Cadó surgió a raíz de mi deseo de agradecer a todos los médicos, investigadores, amigas, amigos, familiares, el haberme apoyado y haber estado ahí, porque sola, sin ellos, no podría. Le transmití mi inquietud a mi marido, algo teníamos que hacer” expresa la presidenta de la Fundación.
A partir de ese momento, la joyería Pérez González SL propietaria de las joyas Le Cadó, une sus fuerzas a las de Elvira, aportando todos sus recursos materiales y humanos a la iniciativa para la recaudación de fondos para la investigación del cáncer de mama. Juntos crearon el proyecto Flor de Vida, una colección de joyas caracterizada con un cordón rosa simbolizando la lucha contra la enfermedad, que nace como punto de partida para la recaudación de fondos. Cadeau (pronunciado en castellano cadó) significa regalo en francés y, para la Fundación, “no hay mejor regalo que la vida, la esperanza de poder seguir adelante tras superar una enfermedad tan grave como es el cáncer de mama”.
Le Cadó es la primera fundación nacional no científica explícitamente creada para la lucha contra el cáncer de mama y su objetivo principal es la recogida de fondos para colaborar en la financiación de instituciones o entes de nivel superior, sean instituciones sanitarias con servicios específicos para el tratamiento de este tipo de enfermedad o centros de investigación para la búsqueda de tratamientos de nueva generación.
De esta manera, el proyecto Flor de Vida invierte todo el dinero recaudado en la ayuda a investigaciones como la del Hospital Clínico de Valencia, a cargo de las doctoras Ana Lluch y Gloria Ribas, para la investigación de alteraciones específicas del cáncer de mama en mujeres jóvenes menores de 35 años.
El cáncer de mama se caracteriza por ser típicamente más agresivo y con tasa de supervivencia menor en mujeres muy jóvenes, pero debido a que el porcentaje de incidencia es del 12% del total, existe una falta de recursos públicos para su investigación. Por esta razón, la Fundación Le Cadó decidió dotar de fondos esta investigación para que se llevara a cabo y la subvención se completó en el año 2013, consiguiendo un presupuesto de 43.647 euros, pero una vez financiado el proyecto quedó patente la necesidad de seguir investigando y abordar una segunda fase a una escala de muestreo internacional. En esta segunda fase, que se encuentra en marcha y también está dirigida por las doctoras Lluch y Ribas, Le Cadó ha conseguido entregar 25.000 euros de los 35.000 planteados como presupuesto.
Además, el proyecto Flor de Vida de la Fundación ha abordado también la financiación de otra importante investigación: Descifrando el Genoma del Cáncer Hereditario. Y es que, la necesidad de Elvira de conseguir respuestas a sus preguntas respecto al cáncer de mama que ha afectado a tres generaciones de mujeres de su familia, la impulsaron a participar en la financiación del proyecto junto con todo el equipo humano de Le Cadó, que trabaja de manera altruista en la Fundación. Ya se ha conseguido entregar 35.000 euros de los 65.711 propuestos a la investigación dirigida por la doctora María Fondría Esparcia y el doctor Eduardo Martínez de Dueñas y que se está llevando a cabo en el Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón junto con el Laboratorio de Biología Molecular del Hospital La Fe de València.
Toda esta ayuda a las investigaciones que trabajan día a día para descifrar los entresijos de la enfermedad no sería posible sin la colaboración desinteresada de multitud de entidades, empresas, pymes y micropymes o personas de todo el mundo que colaboran y se implican en la causa. “La gente te sorprende, y de repente nos llegan donaciones des de todos los rincones de España como Galícia o Cádiz” explica emocionada la presidenta de Le Cadó.
La Fundación, desde su nacimiento, ofrece multitud de productos solidarios de empresas colaboradoras para la obtención de recursos y celebra un sinfín de eventos de carácter cultural o lúdico (conciertos, espectáculos de danza, festivales o desfiles de moda). Así como eventos formativos, o marchas deportivas que han conseguido una abundante participación por parte del público. La próxima marcha organizada por Le Cadó, es el próximo 24 de marzo en Burriana y, desde la Fundación, esperan que la gente participe y se implique como hasta el momento, pues, si hay algo que caracteriza a la sociedad es la solidaridad y la implicación en causas tan necesarias como esta, aunque debido a los fraudes y la falta de transparencia en algunas asociaciones muchas personas no se asocian a este tipo de proyectos. “Los eventos y las marchas, por ejemplo, tienen muy buena acogida por parte de la gente, pero muchos son reacios a hacerse socio porque están pasando tantas cosas en las asociaciones que la gente tiene miedo” lamenta Elvira Monferrer.
Así pues, queda todavía mucho camino que recorrer en la lucha contra el cáncer de mama. Y la manera más efectiva de ganar esta batalla es contribuyendo a la investigación, pues por poca que sea la ayuda todo suma, toda piedra hace pared. Y no son las víctimas del cáncer de mama o de cualquier otro tipo de cáncer las que tienen que “luchar” contra esta enfermedad, está en manos de la sociedad el luchar y colaborar para financiar proyectos que investiguen, que den respuestas a las incógnitas que a día de hoy todavía se plantean en relación a la enfermedad. Está en manos del Estado luchar e impulsar iniciativas, como la reforma de la Ley de Mecenazgo.
Para Elvira, el hecho de haber pasado por esta enfermedad ha cambiado su forma de ver la vida, “es como si te bajas de la rueda de la vida y la ves pasar, y dices, bueno, ya me volveré a subir” confiesa la presidenta de la Fundación Le Cadó, la baza de nuestra provincia que colabora con el 90% de sus fondos recaudados a la investigación del cáncer de mama, para que así, ninguna mujer más haya de bajarse de esa rueda y ver la vida pasar.