CASTELLÓ. El PP tendrá muchos desafíos al frente del nuevo gobierno municipal de Castelló a partir del 17 de junio, día en que se constituirá la corporación. Más allá de revisar actuaciones heredadas del Acord de Fadrell, como el Plan General o la Zona de Bajas Emisiones, un proyecto destacará especialmente por su cobertura vecinal y cuantía económica. Se trata del Programa Barrios, una inversión de 17 millones de euros y que supone la rehabilitación de 594 viviendas de los grupos 25 de noviembre (Rafalafena) y Cernuda y Velasco, José Antonio, Sequiol y Mediterráneo.
Todas las reformas deberán estar concluidas antes de junio de 2026. Así lo determinan los fondos europeos del plan de recuperación, transformación y resiliencia. Excederse de ese plazo conllevará perder la financiación, por lo que urgirá fijar una hoja de ruta y que el anterior ejecutivo no terminó de definir por discrepancias técnicas.
A principios de año, y después de garantizar en 2022 una inyección de Europa de 14,1 millones de euros (cantidad a la que hay que sumar 2,9 millones del Ayuntamiento y la Generalitat), el consistorio recibió una primera transferencia de aproximadamente 7 millones de euros. La idea en ese momento era establecer una estrategia para iniciar las licitaciones de los distintos contratos asociados al proyecto.
El paso definitivo no se acabó de dar al abrirse un debate en el seno del Fadrell respecto a la conveniencia o no de que el propio municipio asuma la condición de agente rehabilitador. Concretar esta cuestión no es un tema menor, ya que la complejidad técnica, las numerosas obras y la elevada inversión requieren una figura (pública o privada) que canalice aspectos como las relaciones con los vecinos, la certificación de los visados de los trabajos o las facturas.
La discusión se produjo con la precampaña electoral en marcha y sin posibilidad de avanzar. En efecto, el proceso administrativo se quedó en este punto clave. La solución final, en cuanto se reactiva la tramitación, permitirá desarrollar un cronograma a propósito de las licitaciones. Sin embargo, la decisión que se adopte respecto al agente rehabilitador no deberá demorarse en exceso en el tiempo a tenor de la cantidad de expedientes que el Ayuntamiento tendrá que sacar a concurso público. De ahí la urgencia para el nuevo gobierno municipal.
Al margen de contratar una oficina técnica de apoyo, las principales contrataciones obedecerán a las redacciones de los proyectos de rehabilitación y a las direcciones de las obras. Como hay implicados varios grupos residenciales, cada uno de los cuales cuenta con sus propias particulares, las reformas, posiblemente, se licitarán en lotes y siempre de manera sincronizada. La necesidad de que las adjudicaciones se resuelvan al mismo tiempo se debe a la duración de las reformas, con plazos que oscilan entre los 14 y 18 meses.
El Plan Barrios es una iniciativa dirigida a edificios construidos en los años 50, 60 y 70 del siglo pasado que se sitúan en espacios de regeneración urbana. Financia hasta el 100% de los proyectos, que han de incluir propuestas que mejoren un 60% la eficiencia energética (aislamiento térmico o autoconsumo energético), que refuercen la accesibilidad (instalación de ascensores) y que potencien la conservación y mantenimiento del edificio y zonas comunes.
También reserva un 15% del presupuesto total (algo más de 2,5 millones de euros) para actuaciones de mejora del entorno urbano. En concreto, el programa contempla desde la creación de jardines y parques infantiles, hasta la ampliación de la peatonalización y sustitución del alumbrado público.