CASTELLÓ. Los reparos del Partido Popular y Ciudadanos a los presupuestos de 2021 alejan la posibilidad de un consenso en la Diputación de Castellón. La oposición mantiene abiertas todas las opciones respecto a la votación de este martes pese a los ligeros progresos con el equipo de gobierno (PSPV y Compromís) en los últimos días. Esos avances, empero, se consideran insuficientes para "firmar un cheque en blanco", según fuentes de la negociación. En este contexto, la alternativa de rechazar las cuentas está encima de la mesa, si bien es cierto que la abstención gana cada vez más enteros como preferencia, siempre y cuando los grupos contrarios al bloque de la izquierda decidan al final no alinearse con el bipartito.
Tanto desde el PP como desde la formación liberal se insiste en subrayar la predisposición para llegar a acuerdos, pero también se puntualiza que debe existir una reciprocidad. Dicho de otra forma, las cesiones y concesiones tiene que ser bidireccionales, algo que especialmente la fuerza popular echa en falta. Al menos, así se interpreta en vista de las enmiendas incorporadas en las cuentas del próximo año por parte de la coalición progresista.
En Cs las reticencias para apoyar finalmente los números del gobierno son menores, aunque prevé mantener la incógnita sobre su sufragio hasta prácticamente el mismo día de la celebración del pleno extraordinario. A pesar de la mayor sintonía con el PSPV, en la línea de la nueva etapa abierta por Inés Arrimadas en Madrid y secundada por Toni Cantó en València, la aproximación con socialistas y valencianistas en la Diputación obedece a una cuestión de afinidad respecto a las políticas económicas y sociales. Sin embargo, esa analogía muestra algunas fisuras, con lo que resulta imperativo seguir profundizando en el tira y afloja.
De hecho, Ciudadanos pretende arrancar un compromiso real del bipartito para en el futuro agregar aquellas propuestas que se queden en estudio. A cambio, asumiría como inviables las descartadas, sin insistir más en ellas. Al menos, durante el próximo ejercicio.
Este mismo lunes están previstas nuevas reuniones entre las dos partes (gobierno y oposición) a fin de llegar a un entendimiento. Ante el especial empeño del presidente de la institución, José Martí, por sumar apoyos, todo hace indicar que las conversaciones se van a suceder en tanto en cuanto no haya fumata blanca o se produzca una ruptura.
La oposición presentó en noviembre alrededor de 50 enmiendas, valoradas en más 20 millones de euros. En sus planteamientos, priorizaron la reconstrucción ante la covid-19 y la lucha contra la despoblación. Asimismo, destacaron lo imperativo de impeler políticas encaminadas a reducir la brecha digital.
Cabe recordar que en 2019 el PSPV y Compromís, en su estreno al frente de la entidad supramunicipal, sacaron adelante los presupuestos gracias a la mayoría de sus diputados. El PP y Cs se abstuvieron. Entonces, la coyuntura social no exigía como ahora el máximo consenso posible de los partidos que conforman la corporación.