CASTELLÓ. Marie Claire sigue esperando un inversor, pero continúa con los trámites legales para materializar el cierre. La firma textil con sede en Vilafranca ha solicitado el concurso de acreedores voluntario y ha prorrogado el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que presentó a principios de verano mientras busca un comprador que inyecte liquidez para continuar con la actividad de la compañía en Castellón, un escenario por el momento complicado.
La firma presentaron el concurso voluntario la pasada semana, de manera que se inicia el proceso legal que permitirá a la fabricante textil intentar hacer frente a sus deudas en negociaciones con sus acreedores. En total, las obligaciones financieras ascienden a 21 millones de euros. La presentación del concurso es un paso que se ha retrasado más de lo esperado: se ha dado ahora pero se preveía en julio tras anunciar la paralización de la actividad, el cierre de la unidad productiva en Vilafranca y el despido de unos 190 empleados, que corresponden al 70% de la plantilla.
Por otra parte, Marie Claire presentó un ERTE para el resto de trabajadores de la plantilla, de los cuales 72 corresponden a la factoría de Vilafranca y 33, al resto del país. El plazo de vigencia del mencionado expediente expiraba en septiembre, de manera que la compañía ha decidido prorrogarlo un trimestre más, hasta el mes de diciembre, a la falta de poder aclarar su futuro, tal como han confirmado diversas fuentes consultadas y como publicó Mediterráneo.
Actualmente, y después de que en verano se hiciera efectiva la salida de los empleados despedidos, las instalaciones de la textil tienen casi nula actividad. Apenas quedan en activo los efectivos mínimos imprescindibles para las pocas tareas que quedan pendientes: además de los vigilantes de seguridad, cuatro técnicos preparan los últimos pedidos que no se habían entregado todavía.
En cuanto a los trabajadores que suscribieron el despido, las organizaciones sindicales acordaron con los representantes de la empresa una indemnización de 23 días por año trabajado con un límite máximo de 13 mensualidades, aunque el cobro se hará cuando el Fondo de Garantía Salarial aporte la financiación necesaria. Tras dos meses de aquello, los representantes de los trabajadores esperan que el dinero pueda llegar en otoño.
Algunos de los que han dejado la compañía han encontrado acomodo en otros puestos de trabajo mientras que otros buscan empleo. La compañía tenía un importante impacto en la comarca dels Ports, de ahí que su cierre activara todas las alarmas y los sindicatos hayan reclamado a la administración un plan de reindustrialización para la región.
El pasado mes de junio, además, una manifestación congregó a empleados de la textil, representantes de la sociedad civil y política de las comarcas afectadas, asociaciones y vecinos de Vilafranca para solicitar a las Diputaciones de Castellón y Teruel, a los gobiernos autonómicos de Aragón y la Comunitat Valenciana, al Gobierno central y la Unión Europea apoyo con inversiones reales en infraestructuras, sectores productivos y fomento del empleo.
Los propietarios de la centenaria compañía textil, desde hace dos años la firma B2Tex, siguen a la espera de un inversor que permita a Marie Claire hacer frente a su delicada situación financiera, a la que lleva enfrentándose durante los últimos ejercicios. Hay que recordar, en este sentido, que la empresa ha recibido financiación del Instituto Valenciano de Finanzas para saldar deudas con trabajadores y proveedores.
Sin embargo, no ha sido suficiente. En los últimos años se ha visto afectada por factores externos, entre ellos la reducción del consumo de pantis, la crisis logística y de materias primas y el aumento de los costes energéticos. Para hacer viable la actividad a corto plazo, la firma ha calculado que necesitaría la aportación de unos tres millones de euros.