CASTELLÓ. La Escuela de Danza de Vila-real no llegará a tiempo para reabrir sus puertas el 7 de enero como sí hacen el resto de centros escolares. Sin embargo, sí podrá hacerlo una semana después. Su actual directora, la bailarina Pepa Cases, ha asegurado a Castellón Plaza que finalmente se postulará para redirigir el ente artístico y así evitar su posible cierre. Y es que el Ayuntamiento solo ha recibido una candidatura, la de la propia bailarina, que ha estado vinculada a la escuela desde sus orígenes.
Hace apenas dos semanas que Vila-real sacó 'in extremis' un concurso para la gestión de la Escuela Municipal de Danza a partir de 2020. Su contrato con Cases expira este mismo sábado y, en consecuencia, los alumnos solo están matriculados hasta esa misma fecha. Por eso, para garantizar la continuidad del centro, el Ayuntamiento optó por abrir a licitación la dirección del ente ampliando además la duración del contrato de medio año a dos, con opción de prórroga a otra temporada más, e incluso aumentó su presupuesto hasta los 90.000 euros. Sin embargo, para la actual directora -quien se enteró del concurso a través de la prensa- estas no eran formas de gestionar el futuro de un espacio que año tras año cuenta con listas de espera. "No me pareció nada bien que cortasen un curso a mitad año académico, no es justo para la gente tener que volver a matricularse. A estas alturas esperaba un contrato para finalizar en condiciones el periodo 2019-2020 o al menos una reunión digna con la concejala de cultura que, es una evidencia que, no es su intención ver prosperar este proyecto", criticaba por entonces la profesional que dejó clara su postura de no presentarse a las bases.
No obstante, tras reunirse con el alcalde de Vila-real, José Benlloch y con la concejala de Cultura, Rosario Royo; la bailarina ha decidido presentar finalmente su candidatura para redirigir la escuela, al ser además la única candidata, ya que el plazo expiró este pasado miércoles sin otros postulantes. "Es cierto que hay información que no llega a alcaldía y por eso se disculparon. El Ayuntamiento es consciente de que ha descuidado la escuela para priorizar otros asuntos y ha visto que hay mucho interés depositadas en ella", explica Cases. En efecto, desde que se dio a conocer la noticia, tanto alumnos como profesores e incluso familiares no han dejado de presentar instancias a la alcaldía para dejar claro que "aman" la escuela y quieren que siga adelante. "Los jóvenes también se lo han luchado y por eso el centro no deja de crecer. Vamos a intentar que la escuela no se quede colgada y siga otro año más y otro y otro".
Con todo ello, Cases reconoce que su continuidad en el centro viene también marcada por las mejoras en el presupuesto. Una partida con la que espera poder contratar más personal o al menos subir los salarios a los tres profesores que actualmente conforman la plantilla. "La escuela no tenía calefacción, ni un suelo con moqueta. También me encargué yo misma de abrir el espacio más para que pudieran hacerse dos clases simultáneamente. Ha sido mucho trabajo y además sin referencias, porque no hay escuelas dedicadas exclusivamente a la danza contemporánea", asevera la coreógrafa, quien confiesa que -consecuentemente- no tiene claro si su continuidad en la dirección del centro se alargará otros dos años más. "He planteado la posibilidad de delegar en otra persona en un futuro y en lugar de prorrogar, subrogar mi cargo", concluye la profesional.
En todo caso, el fin de este curso académico parece estar asegurado. A la espera de que se resuelva la resolución del proceso, Pepa Cases volvería a repetir como 'maestra de ceremonias' de una escuela pionera en la Comunitat Valenciana y abierta ininterrumpidamente desde 2012.
