CASTELLÓ. Este martes se celebra el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel y diferentes especialistas en dermatología de los Hospitales Vithas de la Comunidad Valenciana y Cataluña han analizado los aspectos más significativos de esta patología.
Los tipos de cáncer, cómo abordarlo desde las unidades de dermatología y venereología de cada hospital, así como sus factores de riesgo son algunas de las cuestiones sobre las que se ha incidido desde cada centro, estando todos los especialistas de acuerdo en cuanto a que la prevención, el abordaje temprano y acudir a revisiones periódicamente, son claves para su rápido diagnóstico y tratamiento.
Como ha explicado el Dr. Pedro Lloret, dermatólogo del Hospital Vithas Medimar, “existen diferentes factores de riesgo que predisponen a que se desarrolle un cáncer de piel, entre ellos, por ejemplo, tener la piel clara dado que al tener menos pigmento en la piel (melanina), proporciona menos protección contra la radiación ultravioleta”.
Por otro lado, comenta, “tener antecedentes de quemaduras por el sol, algún familiar que haya padecido cáncer de piel o si el propio paciente ya lo ha padecido, también aumenta el riesgo de padecerlo”.
De ese modo, “haber tenido una o más ampollas de quemaduras por el sol de niño o adolescente aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel de adulto. Las quemaduras por el sol en la edad adulta también son un factor de riesgo”.
Las personas que se exponen excesivamente al sol, así como aquellas que viven en climas cálidos y su exposición es alta, “tienen mayor riesgo de padecerlo, especialmente si la piel no está protegida con protección solar o ropa”, especifica.
Por otro lado, las personas que tienen muchos lunares o lunares atípicos, se encuentran en mayor riesgo de padecer cáncer de piel, así como tener lesiones cutáneas precancerosas, como queratosis actínicas, siendo frecuentes en el rostro, la cabeza y las manos. En otro orden cosas, tener un sistema inmunitario debilitado, haber recibido tratamiento de radiación para las afecciones de la piel, como eccema y acné, y la exposición a ciertas sustancias, como el arsénico, puede también aumentar el riesgo de padecerlo”, concluye.
Los principales tipos de cáncer de piel son el carcinoma basocelular, el carcinoma epidermoide y el melanoma. Tal y como explica el doctor Ruggero Moro, dermatólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “la incidencia de cáncer de piel está en constante aumento en las últimas décadas tanto en España como en muchos países del mundo”.
Según el doctor, “aproximadamente, el 95% de estos tumores serán cáncer cutáneo no melanoma y el restante 5% melanoma. Según las estimaciones de la Red Española de Registros de Cáncer, ese aparentemente pequeño 5%, corresponderá a 8.049 españoles que serán diagnosticados de un melanoma de piel en el año 2023”.
“La mayoría de los carcinomas basocelulares aparece en áreas del cuerpo expuestas al sol, especialmente donde se produjeron quemaduras solares, aunque pueda aparecer prácticamente en cualquier área corpórea. Su capacidad de dar metástasis es excepcional y suele ocurrir en casos muy evolucionados, aunque pueda ser invasivo localmente por su crecimiento progresivo”, comenta el profesional.
Por otra parte, el carcinoma epidermoide o espinocelular es el segundo cáncer de piel más frecuente. “Supone hasta un 20% de los canceres cutáneos no melanoma y comparte los mismos factores de riesgo que el carcinoma basocelular y consecuentemente puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, sin embargo”, -según subraya el Dr. Moro-, “el carcinoma epidermoide suele darse en áreas expuestas crónicamente a la luz solar como, por ejemplo, las orejas, la cara, el cuero cabelludo, las manos, los brazos y las piernas.”
El daño provocado por la exposición solar en las células es acumulativo, por lo que el riesgo de padecer este cáncer se incrementa con la edad. “El carcinoma epidermoide es un cáncer potencialmente agresivo; por lo tanto, su diagnóstico y tratamiento precoz es fundamental”, añade.
En último lugar, el melanoma es un tumor mucho menos frecuente que los otros tipos de cáncer de piel, pero su comportamiento es más agresivo, por lo que es más probable que se pueda diseminar a otras partes del cuerpo.
Por ello, “es muy importante la prevención que pasa por una autoinspección regular de la piel, que se puede realizar en casa utilizando reglas sencillas como la ABCDE (asimetría en dos o más ejes, borde irregular, dos o más colores, diámetro), por una exposición solar consciente y controlada, y por un seguimiento habitual con un dermatólogo, especialmente para las categorías más a riesgo”, concluye el doctor.
Para la doctora María Reyes García de la Fuente, dermatóloga del Hospital Vithas Lleida, “el tratamiento para el cáncer de piel depende mucho del tipo de cáncer y el estadio”.
En general, “el tratamiento es quirúrgico, como es el caso de los melanomas, el carcinoma escamoso y el carcinoma basocelular, pero existen algunas variedades de cáncer que permiten otras opciones terapéuticas como es el caso del carcinoma basocelular superficial, que puede ser tratado con terapia fotodinámica la cual consiste en la aplicación de una crema fotosensibilizante que en contacto con la luz solar se produce una reacción bioquímica que elimina las células cancerosas”, explica la doctora.
“También hay determinados tipos de cáncer de piel que son tributarios a radioterapia como algunos carcinomas basocelulares. En casos de melanomas muy avanzados, a parte de la escisión quirúrgica con ampliación de márgenes, también debe realizarse el estudio del ganglio centinela”, añade.
Depende del estadio del melanoma y sus características junto con las comorbilidades que presente el paciente a veces debe realizarse tratamiento con inmunoterapia, quimioterapia, radioterapia o la utilización de fármacos contra dianas moleculares en melanomas portadores de mutaciones concretas.
Para el Dr. Gerard Pitarch Bort, dermatólogo del Hospital Vithas Castellón, “el principal causante del cáncer de piel es el exceso de radiación solar, pero quizá mucha gente desconoce que los niños son especialmente sensibles al sol y que las quemaduras en la infancia son uno de los principales factores relacionados con el melanoma y otros cánceres cutáneos”.
“Todos, pero especialmente los niños, deben usar crema de protección solar de factor alto si la piel va a estar expuesta al sol, aplicada en abundancia y renovada cada dos horas, así como después de los baños y de sudar. Es conveniente que la crema de protección solar de los niños sea resistente al agua. La crema de protección solar se debe complementar con gorra o sombrero, gafas de sol y mejor si se cubren con ropa. Los niños menores de tres años no deben estar expuestos demasiado tiempo a la radiación solar, y deben evitar la exposición solar entre las 12 y las 16 horas”, concluye el doctor.