CASTELLÓ. Rafa Simó vive estos días sensaciones encontradas. La alegría por su elección para ser el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria contrasta con la nostalgia de pensar que deja atrás a compañeros y amigos en la que ha sido su casa profesional durante los últimos cinco años. Desde este viernes, tras aprobar el Consell su nombramiento, a instancias del president, Ximo Puig, su mente ya no está puesta en el Ayuntamiento de Castelló, a pesar de que aún le quedan semanas de transición hasta producirse la toma de posesión.
Sin haber todavía desembarcado en PortCastelló, Simó se muestra muy claro sobre algunos de sus objetivos. Así, pone en la misma balanza "mantenerse en el top ten de puertos del Estado" y desempeñar su cargo "desde una mirada más social".
Su experiencia como concejal y la sensibilidad con el Grau le pueden servir para fortalecer el vínculo entre el puerto y la ciudad. Está convencido de ello y considera que su elección, más allá de suponer un espaldarazo político, repercute de una manera directa en las sinergias entre las dos instituciones.
"Creo que tengo un perfil que puede ayudar a estrechar esa relación entre puerto y ciudad que Amparo Marco y Paco Toledo ya iniciaron", subraya. "Para mí, este nombramiento supone un reto tremendo que asumo con responsabilidad, humildad y mucha ilusión. Le agradezco al president Puig que me haya dado esta oportunidad de seguir mejorando el puerto", prosigue.
Aunque considera que "es pronto" para concretar las directrices respecto a su mandato, Simó insiste en la importancia de que el puerto siga creciendo "como motor económico de la provincia, sin olvidar los criterios medioambientales ni sociales", recalca.
En este sentido, el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria elogia el trabajo de su antecesor y apuesta por abanderar cierta línea continuista. "Aquello que funciona no se debe mejorar", señala. No obstante, "estoy seguro que sabré encontrar puntos de mejora. El tiempo dirá si mi trabajo supone un punto de inflexión o no en la dirección de PortCastelló pero aseguro trabajo y una mirada más social", sentencia.
Y ese compromiso viene cimentado por su amplio conocimiento a propósito de las necesidades e inquietudes de Marco para que Castelló avance hacia un modelo de ciudad más sostenible. El Plan General y la Estación Intermodal se vislumbran esenciales en este sentido, por lo que presumiblemente van a formar parte de las prioridades de Simó en sus primeras semanas al frente de la Autoridad Portuaria.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara