CASTELLÓ. La patronal de exportadores de cítricos de Sudáfrica cuantifica lo sucedido el pasado verano, cuando varios cientos de sus contenedores cargados de naranja (la Asociación Valenciana de Agricultores los cifró en 2.000) fueron retenidos en los puertos de entrada en Europa y recibieron una autorización "especial" para su entrada. Esto conllevó, en teoría, tener que pasar la cuarentena del tratamiento en frío en almacenes frigoríficos del Viejo Continente y generó un gasto extra a los productores del hemisferio sur de 15 millones de euros.
Así al menos lo asegura en un escrito reciente el CEO de la Citrus Growers' Association (CGA), Justin Chadwick, quien censura la medida. Asimismo, el responsable de los exportadores sudafricanos lamenta que, aunque posteriormente "los precios en el mercado estuvieron bien, no fueron suficientes para cubrir todos esos costes extras".
Pese a ello, y también que para la campaña de exportación de cítricos que está a punto de arrancar Sudáfrica calcula que estos nuevos gastos (costes adicionales, pérdida de ingresos e inversión en tecnología de almacenamiento y frío) superen los 100 millones de euros, Chadwick prevé que la nueva temporada sea más positiva este año después del "desastre" de la pasada, según recoge su paper.
Aunque todavía no hay previsión de aforo oficial, lo cierto es que las previsiones de Sudáfrica apuntan a un nuevo aumento de cosecha, tal y como se ha venido difundiendo en diversos foros.
Aun así, Chadwick afirma que los productores y exportadores españoles "no deberían verse amenazados por los cítricos sudafricanos, ni siquiera estamos en el mercado a la vez que ellos. Las importaciones sudafricanas aseguran que haya cítricos en las tiendas todo el año, y eso es bueno para todos". Obvia el CEO de la patronal sudafricana que los cítricos de su país sí que coinciden en los lineales europeos: lo harán en breve, con las variedades tardías locales y las tempranas africanas; y también en la recta final de su campaña, cuando sus variedades con royalties se superponen a las mandarinas y navelinas valencianas.
Con todo, la CGA no deja de buscar vías que den marcha atrás a la implantación del tratamiento en frío. El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, así lo hizo, de nuevo, a finales de marzo en la propia capital europea, cuando en Bruselas pronunció un alegato contra la medida en el Forum de negocios belga.
Además, en los últimos días la patronal sudafricana ha aumentado la presión sobre su Gobierno para tratar de que presione a Bruselas y a la Organización Mundial de Comercio (donde interpuso un recurso a la medida fitosanitaria) para tratar de evitar el tratamiento en frío. Lo ha hecho con una carta dirigida a los ministros de Comercio, Industria y Competencia, Ebrahim Patel, y de Agricultura, Thoko Didiza, en que les pide actura. En la misiva, la CGA asegura que, de aplicarse el tratamiento en frío, "alrededor del 20% de las naranjas producidas para Europa no se enviarán" en la temporada que arrancará en un par de semanas, que califica de "decisiva para muchos productores".
Quizás es por ello que la propia CGA también busca suavizar los controles en frontera. A principios de abril, su representante en la Unión Europea, Deon Joubert, formó parte de la delegación de la embajada sudafricana en Portugal que se reunió con las autoridades del país vecino para "debatir con partes interesadas las próximas importaciones estacionales de cítricos sudafricanos a Portugal a través de los puertos de Lisboa y Sines", tal y como recoge una publicación de la propia embajada en redes sociales.
Con todo ello, el culebrón de la naranja sudafricana no cesa... mientras los productores españoles y del resto de Europa piden que el tratamiento en frío también se aplique a las mandarinas, puesto que estas también son portadoras de las larvas de falsa polilla.
