La nave de los locos

Larga vida a las cabinas

Íbamos a llorar la pérdida de las cabinas telefónicas pero el Gobierno, que tanto se equivoca, se ha compadecido de ellas. Celebramos este gesto hacia los románticos que aún se niegan a usar los móviles. Sólo por solidaridad con ellos deberíamos acudir a una cabina con el nuevo año, y llamar a ese tío soltero sin herencia a la vista, y al que teníamos olvidado