CASTELLÓ. "Actuación de los servicios municipales de limpieza a partir de las 22.30 horas". Este es uno de los puntos que recoge la ordenanza para regular la actividad de las Tascas de Castelló y que pretende, no solo eliminar la suciedad de esta zona de la ciudad, sino también actuar "como efecto dispersor de las personas que pudieran quedar en la zona".
El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana publicó este viernes la exposición pública de la norma que regulará esta característica zona castellonense, ante la cual vecinos y empresarios tienen ahora 30 días para presentar sus alegaciones. Además de los puntos ya conocidos, como el cese de la actividad a las 22.00 horas o la suspensión de nuevas licencias, lo que impide que puedan volver a prestar servicio los antiguos locales de la calle Isaac Peral, por ejemplo, se incluye el de la limpieza.
En lo referente a la actuación de estos servicios municipales, la nueva ordenanza supone adelantar en una hora la actuación prevista en la anterior, aprobada por el pleno municipal el 29 de noviembre de 2018 y publicada en el DOGV el 10 de enero siguiente. En su exposición, se señala que la hora se adelanta "con el objeto de evitar molestias posteriores derivadas del ruido generado por esta labor", además, esta se realizará "sin arrastrar las botellas y residuos con el fin de reducir las molestias a los vecinos próximos".
Y es que esta es la gran preocupación del equipo de gobierno, compaginar la actividad gastronómica con el descanso de los vecinos, reiteran fuentes municipales. De ahí que se vaya a tramitar la declaración como zona gastronómica de este punto de la ciudad, algo que es potestad municipal, al contrario de lo que se había transmitido hasta ahora, apuntan las citadas fuentes.
Eso sí, este punto, en el que coinciden el equipo de gobierno y la oposición (el único), no permitirá ampliar los horarios, la principal demanda de los hosteleros, aunque sí garantizará una "mayor seguridad" legal ante la ley de salud pública, que impide beber en la calle, a excepción de casos singulares.
En cuanto a la exposición pública, tras las reuniones de las últimas semanas, los hosteleros pretenden llevar a cabo algunas otras para acabar de definir sus alegaciones. Estas se dirigirán principalmente, como se ha dicho, a tratar de ampliar el horario. Pero no solo. Y es que, como señala Ernesto Bou, la nueva ordenanza también impide realizar modificaciones de calado en los locales, que se han quedado "obsoletos, porque hace 15 años que no podemos hacer reformas".
En este sentido, Bou lamenta que él y otros compañeros han tenido que llevar a cabo inversiones en otros puntos de la ciudad o en otras, como es su caso. "No nos han dejado invertir en nuestra ciudad", señala, para continuar que este es un aspecto "importante". No en vano, "mover la barra de sitio ya es una reforma sustancial y eso implica una ampliación de licencia", asegura. En el caso de que pudieran hacerlo, buscarían adecuar los locales "para que pudiera entrar más gente", y así asegurar la continuidad de los negocios.