CASTELLÓ. La alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, trabaja contra reloj para reorientar el proyecto de peatonalización de 745.000 metros cuadrados heredado del Acord de Fadrell. Los estrictos plazos de los fondos europeos, especialmente de la denominada Modal 1 (la primera fase de la Zona de Bajas Emisiones), supeditan la capacidad de enmienda, lo que acota las posibilidades respecto a la solución final.
Aunque el planteamiento está muy claro a propósito de seguir adelante con las mejoras proyectadas en las calles afectadas pero sin cerrarlas al tráfico, la fórmula legal para rediseñar los contratos asociados a la actuación continúa sin definirse. La primera munícipe insiste en lo imperativo de retener los más de 11,4 millones de euros captados a través de las distintas convocatorias Next Generation.
Bajo esa premisa, los técnicos de la Oficina de Planificación y Proyección Económica analizan las distintas alternativas, al mismo tiempo que se negocia con las adjudicatarias de los citados contratos, que "son sensibles con las necesidades de la ciudad", destaca Carrasco. En concreto, la alcaldesa está en conversaciones con las mercantiles Becsa y Telecso, integrantes de la Unión Temporal de Empresas (UTE) concesionaria de la primera gran obra (la Modal 1), que contempla una financiación europea de 7,8 millones de euros.
Asimismo, se mantienen contactos con la compañía Kapsch TrafficCom, responsable del estudio de movilidad que incluye, entre otras acciones, la instalación de nuevas videocámaras en el contorno del casco antiguo. La obra está cofinanciada con Next Generation. El presupuesto de adjudicación asciende a 1.764.000 euros.
Tanto este contrato como el anterior son los que más urgen, ya que en el caso de la primera fase de la bautizada por el PP como Castellón Central, y de acuerdo con los plazos, las obras deberían concluir antes del 31 de diciembre de 2024. "Nos hemos mostrado muy beligerantes con la súper almendra que peatonaliza 745.000 metros cuadrados y estamos por no perder el dinero europeo. Queremos ensanchar las aceras, hacer Castelló más accesible, más verde, más transitable, con mayor calidad de vida, pero sin perjudicar al comercio y a los vecinos y, sobre todo, sin multarles", explica Carrasco.
La primera munícipe reconoce la complejidad de la empresa. "Nos lo hemos encontrado todo redactado, licitado y adjudicado. Nuestro margen de maniobrar no es el que nos hubiera gustado tener. Estamos viendo lo mejor para la ciudadanía y trabajando para reorientar el proyecto de la mejor manera posible dada la atadura con la que nos han dejado esto", en alusión a la Modal 1.
La Zona de Bajas Emisiones aglutina la mayor cantidad de fondos europeos del Ayuntamiento en el marcado del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. La suma ronda los 11,4 millones de euros, que se distribuyen en cuatro expedientes: la fase 1, adjudicada (7,8 millones); la fase 2, en licitación (2,6 millones); el mentado estudio de movilidad (1 millón de euros) y la asistencia técnica, también adjudicada (unos 70.000 euros).