un espacio de diálogo en la ciudad 

Tres años de Cúmul: un terreno fértil para el arte en Castelló

12/09/2023 - 

CASTELLÓ. A los veintipocos años me marché a Madrid a estudiar. Según recuerdo, hace 5 o 6 años, nos quejábamos mucho de que no había nada por aquí. Ahora en Castelló hay cuatro o cinco cosas y -claro está- las celebramos.

Rondando aquella época, Clara Culiáñez-Lope (escritora) se empeñó en reunir a varios jóvenes con inquietudes culturales de Castelló -algunos sentíamos Castelló como un terreno irónicamente árido, disperso y medio enquistado, ¿sería acaso un reflejo?-. La idea juntó a varios artistas de la ciudad en una lista casi infinita de contactos de WhatsApp que, con los ajustes del tiempo, acabó resultando en una asociación formal dedicada a la producción de arte contemporáneo y que fue bautizada como Cúmul.

Cúmul estableció su primer hogar en la Calle Conde Noroña, en un local que había sido ya el taller de Gerard Bomboí (escultor, pintor) y de otros artistas como Carlos Asensio. El espacio se aprovechó no sólo como taller de producción, sino también como espacio expositivo y como lugar de encuentro.

El 9 de mayo de 2020 abriría con su primera exposición colectiva Pandemonium. Se trata de una exposición virtual, que así hubo de serlo debido a la pandemia.

Durante este año en Cúmul, también, “fan un pensament” Mar Reykjavik y Erik Harley, que hablaron de su trabajo en un espacio de charla en que invitaban a cualquier persona que quisiera comentar “dudas e incertidumbres artísticas, y hacer un poco de piña”. Una presentación del fanzine Textos e imágenes para el día 1, de Cris Bartual y Jorge Alamar, y la proyección de Extreme Private Eros: Love song 1974 (Kauzo Hara), que trajeron durante su residencia en el Menador de Castellón Irati Cano y Laura Ríos, en su proyecto La Gota de Leche, que investigaba acerca del papel de las nodrizas en el imaginario colectivo.


El proyecto ‘CamMoods’, de Paula Lorenzo y Anna Alegre, surgió de “un periodo en que la relación física entre nosotr@s era imposible”, se desarrolló durante el confinamiento y mayormente de forma virtual, a través de fotografías hechas por webcam que permitían a la chavalada compartir el mood en que se encontraban. Tal vez ‘CamMoods’ fue lo primero que me llegó de Cúmul, vía instagram -en pandemia costaba más limitar el uso del móvil- y también durante los breves paseos mi mirada cayó sobre varios carteles con grandes fotos hechas con web cam que mostraban a gente un poco como yo.

Cúmul cerraba 2020 con ‘Krampus Showroom’. Krampus es una criatura del folclore de los países alpinos -tomándose algunas licencias, podría decirse una especie de Papá Noel perverso- que por Navidad castigaba a las niñas y a los niños que se portaban mal. Fue una iniciativa expositiva que reunía múltiples disciplinas -moda, fotografía, ilustración, literatura, pintura y audiovisual- en un mismo espacio, exhibiendo las obras de los primeros artistas de Cúmul: Paula Lorenzo, Gerard Bomboí, Carlos Bonet, Iris Verge, Rodrigo García Traver, Clara Culiáñez, Daniel Cala y Paco Rangel.

A lo largo del tiempo Cúmul también ha acogido varias veladas de Cinefórum, acompañados de palomitas y proyectando títulos como El Séptimo Sello de Bergman, 12 Monos de Terry Gilliam, o más tarde -como veremos- otros títulos más específicos como ‘La calle del Agua’.

Ignacia’, el proyecto de Greta Ramos fue -según recuerdo- un boom. Así continuaba Cúmul su actividad en marzo de 2021, con esta muestra en que Greta, artista valenciana, conformaba una “cartografía íntima dignificando las vidas de las mujeres silenciadas por la posguerra”. Recopilando testimonios e impresiones sobre estas mujeres de su familia, Greta plasmó un relato de memorias a través de diferentes piezas: fotografía, grabado, pintura, audiovisual y escultura.

Un mes después Cúmul presentaba ‘CRISI’ en el Museu del Molí d’Arròs d’Almenara. El folleto del museo explicaba: “'CRISI’ muestra la cosmovisión de un colectivo deseoso y consciente de articular discursos propios que versan sobre los estados mentales más profundos acerca de esta civilización rota”. Cúmul se alzaba en una tarea de cuestionamiento a la hegemonía cultural del capitalismo y el autoritarismo. A esta exposición se sumaba Dani Gil (escritor, músico) que, junto al uniforme de una franquicia de comida rápida, relataba (firmando como ‘Anónimo’) esa desorientación que surge cuando un malestar laboral comienza a confundirse con los rasgos propios. También Rodrigo García situaba a los personajes de sus cuadros en espacios confusos, sin definir, y que pintaba con materiales sencillos. La idea de ubicación puede ser complicada cuando eres joven y no tienes mucho dinero.

En septiembre, durante el Festival de Fotografía Imaginària 2021 (promocionado por la Universitat Jaume I), el espacio de Cúmul acogía la primera exposición de ‘Bardo’, del artista Rohan Tapa. Su obra combinaba poesía y fotografía, y situaba al espectador en un estado intermedio que le permitiera observar las diferentes polaridades de la vida. Tapa nos acercaba así al entendimiento del convulso período político social en Nepal durante la Guerra Civil.

En el mismo mes, durante las fiestas de La Nit de l’Art en Benicàssim, Cúmul le daba una vuelta al parkineo con la exposición ‘GAS’. Las obras estaban expuestas dentro o encima de los coches, o directamente eran una intervención escultórica sobre el vehículo, Gerard Bomboí fue quien tuvo la idea original. La modernidad líquida de Bauman, que citaba al respecto el pintor Carlos Bonet, es una base para hablar de ‘GAS’ y describir un concepto difícil de abarcar, un estado sociocultural gaseoso. A esta exposición se sumaba la artista Mayte Vidal, y fue memorable el desfile de moda de Daniel Cala, con las luces de los coches iluminando a las modelos y a las prendas que vestían -impensablemente fabulosas-, mientras otro reciente miembro de Cúmul, Niels, pinchaba una selección de canciones propias de la cultura del parkineo. Nunca antes había encontrado una exposición como ‘GAS’.

 

En noviembre Cúmul cerraba el curso 2021 celebrando una muestra de publicaciones editadas por POLVORA (Valencia), con las autoras Marta Peris, Diego Aldasoro, Lidón Forés y, el veterano de Cúmul, Paco Rangel, cuya publicación recopilaba una serie de fotografías inéditas realizadas durante el rodaje de la película ‘Tierra y Libertad’, sobre un trabajador del Partido Comunista de Gran Bretaña que luchó en el bando revolucionario del POUM en la Guerra Civil Española. Es una película que, durante la carrera de audiovisuales, se menciona en la asignatura de Modelos de Representación en el Cine Español, y saber que Paco Rangel salía como extra en el reparto (además de la publicación de sus fotografías) le añadía un aliento plus a aquellas 2 horas y media de clase.

En enero de 2022 Cúmul proyectó ‘La Calle del Agua’, el primer largometraje de la artista asturiana Celia Viada Caso y que tuvo una gran acogida en el Festival Internacional de Cine de Gijón. Esta pieza audiovisual relataba la vida poco común de Benjamina Miyar (1888-1961), una fotógrafa y relojera que formó parte de la resistencia antifranquista, y cuya historia parecía olvidada después de su muerte. “La Calle del Agua es el punto de encuentro entre dos mujeres que comparten un mismo sitio en tiempos diferentes, el esbozo de un retrato que emerge de aquello que se recuerda y de aquello que se desvanece”.

Y en abril llegó la mudanza, Cúmul trasladó su hogar a la C/ Cronista Muntaner -ubicación actual que comparte acera con La Verdulería-, celebrando un Open Studio con la incorporación de Águeda Alonso y Natalia Lobato. Música en directo, pinchada, refrescos… El espacio se hizo de nuevo familiar y en unos días Clara Culiáñez hizo la primera presentación de su libro autoeditado de cuentos y soliloquios: ‘Una noche oscura en el alma de Madame Flâneur’. En la presentación, que introdujo Bonet, tuvo lugar una interesante charla entre ambos compañeros, que trataban el punto de vista de la figura del flâneur, quien pasea, quien callejea sin rumbo, dispuesto a recibir cualquier impresión.

Dentro de la tercera edición de Estéticas Transversales Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, junto con Idensitat, surgía ‘Vítol. Laboratori per a resignificar la festa’. La propuesta de Cúmul para empezar mayo consistía en un laboratorio que partía de las fiestas locales de La Magdalena y que repensaba desde “un prisma más comunal, inclusivo, diverso”. Se planteaba la fiesta como “un espacio-tiempo de conjunción y sanación social, a la vez que se problematizan sus límites y tensiones”. La pregunta que surgía tras el grito ‘Vítol!’ que cierra todos los años las fiestas de Castellón es “¿cómo pensar el cierre de unas fiestas obtusas hacia unas más abiertas y comunales?” Conversaciones, juegos, comida popular… Una manera de poner en común reflexiones y experiencias personales.

El mismo mes se expuso ‘Especulacions’, la muestra fotográfica de Sandra López, durante el Festival de Fotografía Imaginària. En Cúmul, la entrada a la exposición, obligaba a traspasar unos plásticos levemente opacos, que una vez dejados atrás permitían observar las capturas tomadas por Sandra, capturas que hacían pensar sobre la transformación, aquello que la mirada busca tras el velo. “Una percepción distorsionada y una losa de irrealidad que nos recuerda que hay que olvidar para avanzar”. Las fotos se tomaron en medio del declive del Barri de Velluters en Valencia y al respecto de la muestra se citaba a Susan Sontag, que la obsesión de fotografiar viene del miedo a la muerte de aquello que capturamos.

Durante la muestra de ‘Especulacions’ también tuvo lugar ‘Umbra’, un proyecto musical en vivo alrededor de los sonidos oscuros del post-punk, que notablemente ya estaban de vuelta. El mítico punk ufológico de la banda NO, junto a Umlaut, reunía a diferentes generaciones alrededor de este “género musical con tendencia a reflejar las grietas de la sociedad y del sujeto contemporáneo desde una perspectiva existencialista y ácida”.

En mayo pasaron muchas cosas… También hubo la primera edición del taller de fanzines de Mayte Vidal dándole importancia a la autoedición y a la originalidad de este formato, la cual fue un éxito. Y ya el mes siguiente se proyectó ‘Piso 3’, un cortometraje dirigido por Fran Rodríguez y cuyas secuencias fueron mayormente grabadas en Cúmul, en el espectacular decorado de un ascensor arcaico construido por el artista Andrés Gallego.

De cara a finales de 2022, en noviembre tuvo lugar la presentación de ‘Buenas fotos. Conversaciones en torno a una cuestión escurridiza’, de Jorge Alamar, un libro publicado por Siroco y a partir del cual, Alamar y otras 12 personas de diferentes ámbitos y generaciones acudían a Cúmul a conversar en torno a fotografía, ilustración, arquitectura… y otras cuestiones. La pregunta que abría la reflexión era: “¿Qué es una buena fotografía?”. La voluntad de tal pregunta: “plantear en la esfera pública visiones alternativas que de algún modo desafíen a la perspectiva hegemónica tradicional”. Y de nuevo, cerrando el año, una segunda edición de Krampus en diciembre, una exposición colectiva donde se podía encontrar pintura, ilustración, literatura y cerámica.

El año 2023 Cúmul abría con el fotógrafo Julián Barón presentando ‘O desengano’, un libro resultado de una acción de exposición y taller realizada en Galicia en 2022, y en que se abordaba la catástrofe del Prestige. La actividad constó también de una proyección en la que colaboraba Manuel Vargas.

Con el motivo del cierre de la Asociación de Maestría se realizó una actividad de proyección del documental ‘Només tenim la veu’ (2021), grabado en el barrio de Maestría de Castellón, y un posterior debate que incurría en cuestiones como “¿para qué nace y por qué muere una asociación de vecinos? ¿qué viene después? y ¿dónde van las personas que la integran?”

Para abril, Paco Rangel y Gerard Bomboí daban una charla en el espacio cultural del Menador: ‘Electrografía. La fotocopia como medio artístico’, donde hacían un repaso de la historia de la xerografía, además de la muestra de una pieza audiovisual de carácter experimental elaborada por Paco Rangel en el 1984.

El mes siguiente, además de una nueva edición del taller de fanzines de Mayte Vidal, Paco Rangel y Carlos Bonet presentaban en Cúmul, junto a Javier A. Coloma, una experiencia de realidad virtual, ‘Percepcions RV Performance’. Los dos primeros artistas dibujaban virtualmente utilizando como lienzo el espacio sideral, proyectado sobre la pared. Y acompañando, la música de Javier, que pinchaba en una mesa de mezclas, introduciendo sonidos de bandas ambient como Boards of Canada, abriendo paso a una parte musical de improvisación. Más tarde, los espectadores que asistieron pudieron colocarse las gafas de realidad virtual y probar sus pinceles.

Durante este verano, lo más reciente que hemos visto de Cúmul es la participación en ‘Permea Obert. Lost in Meditation’, unas “jornadas abiertas en torno al aprendizaje colectivo y la autogestión comunitaria” organizadas por el Máster Permea. La mesa redonda contó con la presencia de Mayte Vidal, se celebró en el Centre del Carme (CCCC) y planteaba qué puede aprender un museo de las iniciativas culturales autogestionadas.

A día de hoy los 7 miembros que conforman Cúmul son Gerard Bomboí, Carlos Bonet, Clara Culiáñez, Natalia Lobato, Paco Rangel, Mayte Vidal y Angie Vera. A parte de varios más que también formaron parte en su momento y muchos que -sin estar dentro- estuvimos alrededor y nos sentimos acogidos para disfrutarlo de cerca.

Como todos alguna vez, me acerco a los 30, y ya no me quejo tanto de esta ciudad -porque es repetitivo y porque ya ni siquiera me urge tanto marcharme- cuando veo cómo otros inquietos han abierto puertas, han creado comunidad y siguen construyendo nuevas ideas. En una entrevista de hace meses, comentaba Carles Saurí, director del EACC, que aquí han pasado muchas cosas y cosas magníficas; “entender que Castelló es un desierto a nivel artístico es no haber salido de su centro” y que 15 o 16 personas vinculadas al arte contemporáneo hayan abierto y estén pasando por un espacio de diálogo como Cúmul, ya nos da una respuesta.


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