CASTELLÓ. Como si de una producción hollywoodense de los años 50 se tratara, ha regresado a los escenarios la comedia Mañanas de abril y mayo de Calderón de la Barca. "Hacía veinte años que no se representaba, posiblemente porque era muy moderna para su tiempo", señala Laila Ripoll. La prestigiosa dramaturga, premiada precisamente por su importante labor en el teatro de Siglo de Oro, se ha encargado de dirigir esta adaptación con texto de Carolina África. Una "deliciosa comedia llena de alegría y vitalidad", que recalará el próximo 8 de julio en el Festival de Teatro Clásico Castillo de Peñíscola.
La obra forma parte de la lista de coproducciones con las que la cita cultural, organizada por la Diputación de Castellón, se estrena este año como generadora de espectáculos. Tras el estreno la semana pasada del thriller histórico El rey de la luna, Mañanas de abril y mayo llega a los escenarios bajo el amparo del Festival de Teatro Clásico de Peñíscola, el Teatro Fernán Gómez de Madrid y la compañía Teatro de Malta.
Mañanas de abril y mayo es una comedia en verso, con canciones interpretadas en directo, que está plagada de enredos y confusiones. En ella se recrea un Madrid verde y florido, bucólico y sensual, en el que las jóvenes parejas de enamorados se confunden, se evitan, se engañan y, a veces, hasta se encuentran. Una pieza costumbrista donde Calderón retrata a la perfección las relaciones humanas, sobre todo en lo que al amor se refiere.
Tras su última representación documentada, hace más de veinte años, por Margarita Xirgu y el tándem de los maestros Narros y D'Odorico; el equipo actual ha querido ambientar la historia en los años cincuenta, dotándolos en este caso de color y un tono más festivo. Además, se ha querido dotar a las mujeres de un papel más activo y protagonista para que brillen por sí solas.
"Hemos respetado por completo el texto de Calderón. Pero el público del siglo XVII no es el mismo que el de ahora, no podíamos ofrecer una función de tres horas, no tiene sentido. Además, hemos querido trasladarla a los años 50. Recuerda mucho a las comedias americanas. Es una trama de enredo muy divertida y fresco", recalca Ripoll, quien también cree que la obra ha tardado en regresar a los escenarios, simplemente porque "con todo el material que hay del Siglo de Oro y de Calderón de la Barca, pueden pasar años entre una versión y otra". No obstante, no duda de la buena acogida que la pieza, estrenada el pasado mes de abril, va a tener.
Mañanas de abril y mayo cuenta con música original de Mariano Marín, escenografía de Arturo Martín Burgos, vestuario de Almudena Rodríguez Huertas e iluminación de Luis Perdiguero. Y en cuanto al reparto, está interpretada por Pablo Béjar, Guillermo Calero, José Ramón Iglesias, Sandra Landín, Juan Carlos Pertusa, Alba Recondo, Nieves Soria y Ana Varela.
"Adentrarse en un clásico para hacer una versión es siempre una aventura estimulante e inspiradora. Si la propuesta, además, llega de la mano de una directora como Laila Ripoll, a la que admiro, es todo un lujo. Acompañar su visión del espectáculo contando solo con ocho actores planteaba un reto interesante que hemos resuelto eliminando los personajes de Don Luis y Pernía; esto ha requerido una intervención minuciosa del original tomando decisiones dramatúrgicas que completen algunos vacíos argumentales y ayuden a resolver el conflicto principal sin traicionar la idea original del texto", cuenta, por su parte, Carolina Afríca. La guionista asegura también que en todo momento "se ha querido favorecer la comedia para que el espectador se ría con ganas de los comportamientos, vicios, engaños, torpezas, recelos, pasiones y venganzas".