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el inmueble está valorado en 14 millones y el periodo de pujas se mantendrá hasta septiembre

Un juzgado subasta el hotel Sun Palace del castellonense Jaime Doménech por 7 millones

8/08/2022 - 

BENIDORM. El hotel Sun Palace de l'Alfàs del Pi, uno de los más grandes de la zona, con 216 viviendas, está en venta. Un juzgado de Benidorm lo ha sacado a subasta por una deuda pendiente 7,5 millones que su propietario, el controvertido empresario y ganadero castellonense Jaime Doménech Royo, mantenía con el fondo de inversión Voyager Investing UK, que a su vez compró la deuda al Banco Sabadell allá por 2015. El hotel está valorado en 14 millones y el periodo de pujas por él se mantendrá hasta mediados de septiembre. 

El procedimiento ha sido iniciado por juzgado de instancia número 4 de Benidorm a instancias del fondo de inversión contra la empresa de Doménech, Almenara Inversions i Participaciones SL, y Beni 97, de otros dos empresariosLa deuda total reclamada por el fondo asciende a 7,3 millones, a lo que hay que sumar 163.000 en concepto de intereses. El establecimiento, que en la actualidad está en funcionamiento, se ubica en una parcela 6.592 metros cuadrados, entre las calles Estrella Polar y Tuca (en la subida al faro de L'Albir), y cuenta con unas magníficas vistas sobre la bahía de Altea.

Aunque el hotel se dedicado principalmente a alojar turistas, durante los primeros años de la gestión de Doménech también se especializó en la acogida de equipo de fútbol, fundamentalmente europeos, que elegían la Marina Baixa para los stages de invierno. También hotel de la selección de los jugadores de AFE durante alguna temporada. 

Todo ello, en la etapa que Doménech era el presidente del equipo de fútbol de Benidorm, entre los años 2008 y 2009, y quiso exportar el modelo del Villareal a la entidad. Sin embargo, la figura de Doménech estuvo envuelta por la polémica política que vivió la capital turística durante esos años, con la moción de censura que apartó a Manuel Pérez Fenoll (PP) de la Alcaldía y aupó a Agustín Navarro, gracias al voto del tránsfuga José Bañuls. Un año más tarde, en noviembre de 2011, Doménech abandonó la presidencia del Benidorm CF por las deudas que acumulaba la entidad con los jugadores. En su propósito de implantar el modelo Villareal, presentó un proyecto para crear una Ciudad Deportiva que nunca vio la luz. El municipio de Bolulla pretendió construir un hotel balneario. 

Años más tarde, Doménech Royo también abandonó la gestión Sun Palace Albir y la tomó otra empresa. Actualmente, según el último auto del juzgado de Benidorm, el actual ocupante no tiene derecho a permanencia.

La condena por estafa

No es la primera vez que Doménech se enfrenta a este tipo de vicisitudes judiciales. En 2012, la Audiencia de Valencia confirmó la condena de dos años de prisión contra el empresario por un delito de estafa en la compra de cuatro edificios, dos en Benidorm, uno en La Nucía y un cuarto en GuardamarLos edificios fueron comprados a través de las empresas Giraldinna Negocios y Wonka Inermediaria, con la intervención de una tercera sociedad, Grandes Espacios Residenciales (GER). Así que la operación se hizo en dos fases. La primera consistía en que los propietarios de los cuatro inmuebles vendían los apartamentos de forma individual a particulares buscados a dicho efecto. En la segudna fase, estos compradores ficticios vendían los apartamentos a las dos sociedades de Doménech.

Se trataba, aparentemente, de una operación 'puente', es decir, los particulares no tendrían que hacerse cargo de ningún gasto ni cuota del préstamo. Cobraban lo pactado y, después, vendían esos apartamentos a una de las dos sociedades de Doménech, que acabó haciéndose con la propiedad de los apartamentos de los cuatro edificios.  Sin embargo, la operación se torció. Giraldinna y Wonka debían pagar las cuotas de los compradores, y así ocurrió durante un tiempo, hasta que se subrogaran las hipotecas que habían firmado los particulares captados. Pero este último paso nunca se dio. Los testaferros siguieron ostentando la titularidad de las hipotecas a pesar de que habían cedido por contrato privado la propiedad de las viviendas. Y cuando Doménech dejó de transferir las cuotas mensuales a las cuentas de los compradores, todo saltó por los aires. La Audiencia de Valencia consideró en su día en su sentencia que Doménech actuó de mala fe y a sabiendas de que no iba a pagar

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