CASTELLÓ. Vuelve Slow Music & Food, una propuesta cultural que propone durante cinco meses un total de diez actuaciones de jazz y flamenco con músicos profesionales repartidas en distintas ubicaciones de la provincia. Además de restaurantes, por primera vez el programa reconvierte almazaras y pueblos en escenario de música. Bardomus, en Alcalà de Xivert, será el tercer espacio que, para esta edición 2022, divulgará cultura musical junto a gastronomía de territorio. Este año, además, se amplía hasta octubre para contribuir a la desestacionalización turística de la localidad que lo necesite.
Se trata de un programa vivo y abierto que pretende actualizar el programa y añadir a bodegas, ayuntamientos y otras entidades colaboradoras ubicadas en espacios rurales y agroalimentarios que, lejos de ser restaurantes, quieran sumarse.
La propuesta nació en Alcossebre en la Taberna Pikapote, por la inquietud de Ana María Martín y sus entonces socios fundadores del bar. Ella es gestora cultural y su principal objetivo es el de “crear momentos slow en los que ser más que sentir”. Su inquietud musical y su pasión gastronómica se unieron en un proyecto que desde su creación en 2012 ha sido local - Alcossebre- y que llegó a ofrecer más de 50 micro conciertos en tres meses. Tras un parón de por medio por la pandemia, recupera la actividad con ganas de ver a los músicos abrazarse por toda la provincia.
La pasada noche de San Juan, gente terrenal, de oídos curiosos y paladares inquietos se citaron en la Taberna Pikapote para escuchar el ecléctic dueto de los músicos profesionales Mathieu Saglio & Jose el Piru con su particular flamenco versionado en cello y guitarra. Una hora casi y media de cena templaron un ambiente que arropó a los músicos nada más empezar. "Lo importante no es la comida en sí, que casera y rica, asienta y sosiega para lo que acontece después, sino el entorno, la gente que te rodea y sobre todo los sentidos. Las parejas, grupos de amigos y familias que quisieron fluir, vivieron una noche fresca de verano al ritmo de flamenco ecléctico en Taberna Pikapote y de jazz en Serra Irta de Modesto Fabregat", asegura la organización.
Paralelamente, el popular cocinero castellonense ofrecía un menú de 50 euros con su concepto gastronómico más elaborado acompañado de Thais Morell que toca Bossa Nova -samba a ritmo de jazz- en un clima de ensueño como las noches que regala Alcossebre.
La Taberna Pikapote y Serra d'Irta serán, de momento, los dos únicos restaurantes de esta edición. El festival quiere expandir la cultura slow a almazaras como la de Bardomus y por qué no a bodegas y otros pueblos de interior con el fin de difundir la cultura musical y unirla a la gastronómica de territorio. Para dinamizar y también para conseguir que los músicos profesionales actúen con más frecuencia en tierras castellonenses. Por ello, la convocatoria sigue abierta para todos aquellos espacios agroturísticos y ayuntamientos que quieran sumarse al festival de esta edición, tan solo deben contactar con Ana Martín, con el festival Slow Music & Food mediante redes sociales o la web.