Vainsa ajusta su oferta para que retirar la cruz le sea rentable: rebaja la obra... 5,89 euros

CASTELLÓ. Vainsa Infraestructuras SL ajusta su oferta para que retirar la cruz de Ribalta le sea rentable. La empresa valenciana apenas disminuye el presupuesto de licitación y contempla eliminar el monumento y restituir el jardín de 1926 por 58.908,16 euros (impuestos excluidos). Se trata de una simbólica rebaja del 0,01% (5,89 euros), lo que confirma que la cuantía para acometer la actuación está al límite del beneficio industrial.

La firma tiene hasta este viernes para presentar la documentación adicional sobre su solvencia técnica y económica. En principio, no se esperan sorpresas en vista de la contrastada experiencia de la compañía con el sector público. Esto significa que, si todo transcurre con normalidad, el Ayuntamiento anunciará oficialmente la adjudicación en los próximos días. La burocracia en este sentido facilitará que se acorten los plazos en relación a otros procedimientos más complejos. Por ejemplo, no será preciso que la Junta de Gobierno Local, que se suele reunir cada jueves, avale la propuesta de la Mesa de Contratación. Bastará con un decreto de Alcaldía.

Antes de Navidad

A partir de que Vainsa acepte el contrato, el reloj comenzará a contar para cumplir esa previsión del Acord de Fadrell acerca de trasladar la cruz a su nuevo emplazamiento antes de Navidad. El plazo de ejecución alcanza las seis semanas. De acuerdo con el calendario de trabajo, la fase más compleja obedecerá al alzado y transporte de la estructura. Un informe de los técnicos municipales alerta de que existe un serio riesgo de rotura durante las operaciones de manipulación por el deficiente estado del lábaro.

La cruz data de 1944, lo que implica que tiene una antigüedad de 78 años. De unos 6 metros de estatura y una longitud del larguero de 3 metros, pesa alrededor de seis toneladas. Por la falta de mantenimiento y el paso del tiempo, el recubrimiento de hormigón de las armaduras presenta desprendimientos y mermas por la corrosión. La capacidad de resistencia mecánica se encuentra disminuida en varios puntos. En consecuencia, para proceder a su retirada será preciso utilizar un encofrado de protección. Asimismo, y con el fin de reducir el peligro de vuelco durante la mudanza, se seguirá un itinerario especial.

Al existir un elevado porcentaje de que al final se produzca alguna rotura, el contrato incluye una cláusula que obliga a la adjudicataria a reparar los daños que se ocasionen incluso en la fase de colocación en el nuevo enclave. Como ya pactaron el Ayuntamiento y la diócesis Segorbe-Castellón, el monumento se acomodará en la explanada de la parroquia Santo Tomás de Villanueva.

Cronología de los concursos públicos

En el primer concurso público impelido por el consistorio en abril de este año, la empresa Solaris Purgaret, con sede en la capital de la Plana, logró la adjudicación. Con una rebaja del 12,20% sobre el presupuesto de licitación (8.696,89 euros) se impuso con claridad a la otra postulante, Transportes y excavaciones Vicente Prades. A finales de julio, firmó el contrato, por lo que la ejecución arrancó a principios de agosto. De hecho, llegó a vallar la zona en el parque Ribalta. Sin embargo, unos días después comunicó su decisión de desistir por la existencia de un litigio del consistorio con la Fundación Abogados Cristianos.

En septiembre, el equipo de gobierno resolvió el contrato y volvió a licitar la retirada de la cruz. La cuantía económica de la actuación no varió, pero si las condiciones para acreditar la solvencia por parte de las empresas. En esta ocasión, no hubo ninguna oferta, de manera que se sacó una tercera licitación el 29 de ese mes. Finalmente, formalizaron propuestas la citada Vainsa y la balear Torun Pine, que quedó descalificada por no llegar a la puntuación mínima tras la baremación de los criterios técnicos (11,50 puntos cuando el límite está en 20).