DÍA GRANDE DE LAS FIESTAS

Vila-real celebra los 400 años de la beatificación de Sant Pasqual con una Processó muy especial

17/05/2019 - 

VILA-REAL. La ciudad de Vila-real vivió este viernes su momento más solemne pero no por ello menos emotivo con la procesión de Processó en honor a Sant Pasqual, patrón de la ciudad en una celebración que resultó excepcional al celebrarse el cuatrocientos aniversario de la beatificación del santo franciscano. La comitiva, que partió de la basílica, recorrió buena parte del casco viejo de la ciudad con numerosa presencia de fieles así como de la ya habitual presencia de los niños que han participado por primera vez en el sacramento de la comunión.

Entre las novedades de la procesión y coincidiendo con la efemérides del santo, la talla pascualera era precedida por una de las mayores reliquias que guarda el templo vila-realense, como es el misal cuya propiedad se le atribuye al mismo patrón de los vila-realenses, quien fue beatificado por el Papa Paulo V en octubre de 1618, de ahí que la ciudad esté inmersa este año en una larga serie de actos conmemorativos de esta fecha, que marcaría su llegada a los altares apenas 70 años después por Alejandro VIII.

Con el volteo y repique manual de las campanas de la basílica a cargo d'Amics de les Campanes de Sant Pasqual en un acontecimiento reservado para los grandes momentos, la procesión cubrió el itinerario previsto en una ventosa tarde y ante una masiva asistencia de fieles.


Era el acto central de una jornada que arrancó mucho antes, a los primeros síntomas del día, a cargo del Grup de Dolçainers i Tabaleters de Vila-real. Era la antesala de unas celebraciones ya de calado religioso como fue, a media mañana, de la misa pontifical en la propia basílica de Sant Pasqual, que estuvo presidida por el obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López y que contó con la intervención de la Coral Sant Jaume, el grupo Veus de Cambra, la Orquestra Supramúsica i la Unió Musical La Lira, que interpretaron la misa solemne dedicada a Vila-real del maestro e hijo predilecto de la ciudad, Rafael Beltrán. No faltaron a la cita las principales autoridades locales, así como la reina de las fiestas y damas de la ciudad.

Más allá de los episodios religiosos, el día grande de las fiestas de Vila-real se acompañó especialmente de una amplia variedad de actos lúdicos, donde la música y el buen ambiente fueron la nota predominante, con unas peñas volcadas en sacar el máximo provecho a una fiestas que apura ya su último fin de semana de celebraciones.


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