CASTELLÓ. La contención en el gasto del Ayuntamiento de Vila-real para este año 2020 contrastará con el cariz expansivo del presupuesto en los tres municipios que completan el llamado triángulo azulejero: Almassora, Onda y l’Alcora.
El pleno municipal de Vila-real aprobó el pasado viernes un presupuesto de 47.165.000 euros, restrictivo en la medida en que es 800.000 euros inferior al del año pasado y en que apuesta por reducir la deuda del actual 69% al 59% a costa de aumentar la recaudación por impuestos y de reequilibrar el gasto. Sostiene el equipo de gobierno que preside el socialista José Benlloch que ese desequilibrio contable viene dado por la pesada herencia urbanística del PP, que dejó millonarias indemnizaciones que se han conocido a cuentagotas en los últimos años. La mayor atención inversora es para el área deportiva, con la apertura del nuevo pabellón Campió Llorens o la piscina de Aquasalut como ejes.
Esa austeridad contrasta con la mayor alegría en el gasto en las cuentas de los municipios del entorno azulejero. Almassora dispone este año de un ambicioso presupuesto de 28.627.744 euros, que consagra 5,2 millones a inversiones en 28 líneas de actuación como por ejemplo la peatonalización de la Vila o la remodelación de dos colegios, esta última con cargo a la Generalitat. En este caso, la deuda se sitúa en solo el 10%.
En Onda el presupuesto ya en vigor está cifrado en 34,3 millones de euros, muy superior al del pasado ejercicio, y reserva la ambiciosa partida de 10,2 millones de euros para inversiones. Está previsto ampliar el servicio de enfermería escolar, abordar la construcción de una residencia de la tercera edad, el nuevo embarcadero en el pantano de Sichar o la remodelación de la calle Sant Pere, entre otras partidas.
Por último, el Ayuntamiento de l’Alcora secunda la línea de alegría presupuestaria. De los 15.081.547 euros consignados, 3,1 millones se reservan para inversiones. El 20% de ellos corresponden a fondos propios. La ampliación y mejora del IES Ximén d’Urrea y la construcción del gimnasio en el colegio público Grangel Mascarós son las dos partidas más importantes en materia educativa. La puesta en valor de la Real Fábrica y la rehabilitación del castillo de l’Alcalatén completan el cuadro inversor.