CASTELLÓ. Ciudadanos dará una vuelta de tuerca en el caso Lorenzo durante el próximo pleno del Ayuntamiento de Benicàssim, que se celebrará el 26 de junio. A instancias de la dirección, la portavoz del grupo municipal naranja, Cristina Fernández, pedirá que el regidor tránsfuga devuelva su acta de concejal. Lo hará en el arranque de su intervención pública y con el propósito también de advertir al Partido Popular que la presencia de un edil díscolo en la corporación se trata "de un problema del equipo de gobierno, no exclusivamente de Cs".
La primera teniente de alcalde forzará todavía más la máquina al recordar que su partido nunca gobernará con el apoyo de un "desertor". De hecho, afeará a su socio, y más concretamente a la alcaldesa, Susana Marqués, la indefinición mostrada hasta la fecha, sin aclarar si aceptará el respaldo de Domingo Lorenzo para sacar adelante las distintas propuestas que se planteen desde el ejecutivo local o, por el contrario, buscará otro tipo de soporte político.
El PP, con seis munícipes, y Cs (dos) se encuentran en la actualidad en una situación de inferioridad respeto al resto. El bloque progresista suma tan solo un edil menos, siete, entre el PSPV (cuatro), Compromís (dos) y Podem (uno). El decimosexto concejal defiende las siglas de Vox, mientras que el citado Lorenzo, en el grupo de no adscritos, eleva hasta 17 el número de regidores.
El exrepresentante de la formación naranja comunicó su decisión de abandonar el gobierno municipal el 3 de junio, dos días después de haber certificado su baja como afiliado. En un escueto texto dirigido a la alcaldesa, solicitó cambiar de condición dentro de la corporación. Paralelamente, la dirección de Ciudadanos le reclamó su acta de concejal para, así, evitar un escándalo mayor por el episodio de transfuguismo, algo a lo que el protagonista se opuso desde el primer momento.
Algunas voces internas del partido interpretan que detrás de la decisión de Lorenzo podría estar Emilio Argüeso, senador y ex secretario de Organización en la Comunitat, además de adversario político del Síndic en Les Corts, Toni Cantó, cuyas tesis de renovación comparte Fernández. En este contexto, la maniobra buscaría desestabilizar y marcar terreno, pensando en los próximos congresos autonómico y provincial.
La relación del exedil de Cs con el núcleo duro del parlamentario siempre ha sido más que correcta. Sirva como ejemplo la última cena de Navidad de cargos orgánicos e institucionales en Castelló, en la que compartieron mesa, con la presencia de Vicente Castillo, Sandra Julià y Cristina Gabarda, entre otros.
El círculo de confianza de Argüeso igualmente mantiene vínculos con la agrupación local de la capital de la Plana. Su coordinador, Félix del Pozo, nunca ha ocultado su buena sintonía con Lorenzo, con el que coincidió en las elecciones generales de 2015 y 2016 en calidad de cabezas de lista. El primero, al Senado; el segundo, al Congreso de los Diputados.
La enésima controversia en Ciudadanos se suma a una extensa lista de polémicas, lo que evidencia la perenne división interna. Una segmentación que tiene difícil solución en la provincia pese a los aires de cambio que promulga la presidenta nacional, Inés Arrimadas.