CASTELLÓ. Más de un año lleva ya el Espai d’Art Contemporani de Castelló en standby. No en sí el propio espacio, ya que el ente continúa nutriendo el mapa cultural de exposiciones y intervenciones artísticas, sino su esqueleto interno: la dirección. Fue en marzo de 2018 cuando el Institut Valencià de Cultura (IVC) prescindió de este puesto de trabajo, al considerar que la directora artística Lorenza Barboni -desde 2008 en el cargo- no cumplía con dichas obligaciones, sino que desempeñaba tareas “únicamente administrativas”. Desde entonces su futuro ha permanecido en el aire.
El director territorial del IVC de Castelló, Alfonso Ribés aseveraba a finales del año pasado que la institución contemplaba sacar una plaza a concurso, probablemente, a partir de 2020. “No hemos establecido todavía las directrices que acontecen al cargo, porque además en un año electoral no nos puede dar tiempo”, expresaba entonces. No obstante, sus declaraciones topaban con otra dificultad, el proceso judicial en el que se encuentra el IVC por el despido de la misma Barboni y de Susana Fabregat, responsable de prensa cesada también por cuestiones “organizativas”. La institución defendía que con la rescisión de sus contratos lo que trataba era conseguir que el espacio fuese “más operativo y eficiente”. En efecto, el propio director general Abel Guarinós afirma que en la actualidad el EACC goza de buena salud gracias a sus exposiciones y “la buena acogida de los espectadores”.
Sin embargo, el pasado 27 de diciembre el Juzgado de lo Social número 1 de Castelló declaraba como nulo el despido de ambas trabajadoras. Por lo que respecta a Fabregat, el IVC acató su sentencia y decidió remunerar a la periodista. Mientras que por lo que respecta a la exdirectora, la institución decidió recurrir, incidiendo de nuevo en “la no necesariedad” de la labor desempeñada por Barboni. Ahora bien, según ha podido tener acceso Castellón Plaza, el juzgado desestimó el 9 de abril el recurso de suplicación interpuesto por el Institut Valencià de Cultura, por lo que se declara de nuevo nula la rescisión del contrato laboral de la que fuera directora artística del espacio.
A expensas de saber cuál será el siguiente movimiento a partir de ahora, Barboni -que deberá regresar a su puesto de trabajo ahora sí en total plenitud- recibirá además con abono los salarios que ha dejado de percibir desde su despedido hasta la notificación de la resolución. “Como es evidente que ha sido algo personal, solo espero que ningún trabajador tenga que pasar por lo mismo que yo”, manifiesta la exdirectora que, también, pide “que no se vuelvan a hacer este tipo de ceses” sin ningún tipo de comunicación entre ambas partes, tal y como expresaba a este mismo periódico minutos después de hacerse pública la resolución el lunes por la tarde.
Tanto el presente como el futuro del EACC están pues bajo lupa. Y esto no es novedad. Si la salida del centro de la compleja arquitectura del Institut Valencià de Cultura es una de las cuentas pendientes de la legislatura, esto no quiere decir que no haya sido analizado por los actuales dirigentes. De hecho, se ha convertido en uno de los espacios clave para el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, que ha desplegado allí su proyecto Espai de Telles o de residencias artísticas. “CulturArts de Castellón tiene un anclaje un poco extraño […] Creo que tiene más sentido que el EACC esté dentro del ámbito expositivo del Consorci de Museus, con su singularidad, porque tanto éste como el resto de espacios tienen su propio proyecto y ha de continuar así”, explicaba en 2017 un recién llegado Vicent Marzà a la conselleria de Cultura. Sin embargo, vinculado o no al futuro del EACC, tanto PSOE como Compromís plantean una sacudida al entorno artístico de Castellón.
Tanto el actual President, Ximo Puig, como la vicepresidenta, Mónica Oltra, explicitaron durante los almuerzos con candidatos organizados por Valencia Plaza de cara a las elecciones autonómicas, su intención de llegar las ‘marcas’ de València a Castellón. El primero anunció su intención de abrir una nueva subsede del IVAM, con lo que se repetiría la ‘jugada’ de Alcoi, donde el gobierno reabrió el CADA, abandonado desde hace años, para generar un centro cultural en el que conviven el IVAM, la fundación CAM y el ayuntamiento de la localidad. Por su parte, Oltra, apuesta por replicar la experiencia del Centre del Carme, sede del Consorci de Museus, generando dos espacios a “imagen semejanza” del gestionado por José Luis Pérez Pont en Alicante y Castellón. Sea como fuere, el arte contemporáneo en Castellón -o la gestión del mismo- está en el punto de mira.
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