VALÈNCIA/CASTELLÓ. La diputada castellonense Cristina Gabarda y otros afines al ex secretario de Organización, Emilio Argüeso, en la provincia abandonan las filas de Ciudadanos. La estampida, planificada desde hace semanas, tiene como protagonistas a la concejala en el Ayuntamiento de la capital de la Plana, Paula Archelós, y a la portavoz del partido liberal en Borriana, María Jesús Sanchís. Las dos, al igual que la parlamentaria, pasan al grupo de no adscritos, aunque sus renuncias provocan distintas consecuencias.
En el caso de Archelós, no afecta a la estabilidad del grupo municipal, que se queda con tres munícipes (Alejandro Marín-Buck, Vicente Vidal y Esteban Ventura). Sin embargo, la dimisión de Sanchís deja a la formación naranja sin representante en la corporación de Borriana.
Tanto Gabarda como las dos ediles han anunciado su decisión a través de las redes sociales, publicando extensos comunicados, en los que explican los motivos de su marcha. Las concejalas se han mostrado especialmente duras con la dirección, pero no solo nacional y autonómica, sino también provincial. Así, han afeado a la coordinadora, Cristina Fernández, su afán de protagonismo, sus errores estratégicos y su empeño por colocar a gente de su entorno "con perfiles que retrotraen a lo peor de la vieja política, que no representan los valores morales ni principios éticos que nos identifican", han coincido.
Además de Gabarda, los diputados de Ciudadanos en Les Corts Jesús Salmerón, José Antonio Martínez y Sunsi Sanchis también han anunciado a primera hora de este viernes a través de sus redes sociales su baja de militancia del partido de Inés Arrimadas.
En un comunicado firmado por los cuatro parlamentarios, que pasarán a ser diputados no adscritos dado que no renunciarán al acta, exponen que desde que tomó las riendas de la formación la actual dirección han observado "cómo Ciudadanos ha abandonado los principios liberales" que les llevaron a sumarse al proyecto naranja. "Conseguimos grandes resultados electorales, pero hoy vemos cómo se confirma el giro ideológico de Cs para seguir siendo una muleta del sanchismo".
"Tras una larga reflexión, hemos decidido conjuntamente dejar nuestra militancia en Ciudadanos para poder seguir defendiendo esos valores que el partido ha abandonado", exponen los cuatro diputados. Asimismo, critican la falta de autocrítica por parte de la dirección actual del partido después de haber perdido "el 90% de sus votos en Cataluña o haber desaparecido en Madrid". "Hoy, siguen agarrándose a la silla", añaden.
"Ciudadanos ya no es el partido que nos ilusionó a tantos y no podemos compartir la deriva ni las decisiones que se toman, en las que se han vendido los valores fundacionales. La falta de asunción de responsabilidades tras las elecciones catalanas y la vergonzosa moción de censura de Murcia son solo un ejemplo de la pérdida de valores de los que están dirigiendo el partido", continúa el comunicado. "Por todo ello, hemos procedido a solicitar nuestra baja del partido y a abandonar el grupo parlamentario de Ciudadanos en Les Corts", concluyen los cuatro parlamentarios.
Los cuatro firmantes, cabe apuntar, son afines al ex secretario de Organización de la Comunitat Valenciana, Emilio Argüeso, a quien tras las elecciones madrileñas el partido inició un expediente para expulsarlo del partido por haber "podido incumplir los estatutos del partido", y este horas después respondió que abandonaba las siglas y se pasaba al grupo mixto de la Cámara Alta. El también senador fue entonces muy crítico con los resultados de los comicios en Cataluña, donde apenas pudo llegar a retener el 5,5% de los votos.
Salmerón, Gabarda, Martínez tomaron el acta de diputados al inicio de la legislatura, mientras que Sanchis apenas lo hizo hace unas semanas cuando Toni Cantó abandonó también el partido pero renunció además a su acta de diputado, por lo que Sunsi Sanchis entró a formar parte del grupo parlamentario. Martínez, por su parte, hacía un par de semanas que había llegado al puesto de portavoz adjunto del grupo parlamentario después de que la dirección nacional reorganizara el grupo y repartiera responsabilidades entre las dos sensibilidades que lo integraban para sembrar la paz tras la marcha de Cantó.
Hasta la noche de este jueves, conviene apuntar, se había estado especulando con que pudieran marcharse del grupo y pasar a ser diputados no adscritos un total de ocho parlamentarios. Sin embargo, en las últimas horas algunos de ellos habrían repensado su futuro.
Con su marcha, no solo Cs perderá representación e ingresos, también su número de adjuntos se verá reducido, ya que actualmente cuentan con tres adjuntos y al bajar de los 15 escaños, tan solo tendrán derecho a dos. En total, el grupo que dirige Ruth Merino queda conformado por un total de 14 diputados.