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LOS GRUPOS DE POVEDANO Y SÁNCHEZ SE ENROCAN Y PREPARAN CANDIDATURAS POR SEPARADO

Los líos internos de Cs Castelló ponen cuesta arriba una lista de consenso para renovar su dirección

20/02/2021 - 

CASTELLÓ. Ciudadanos Castelló se sume en una guerra interna. La renovación de su junta directiva, con la elección de un nuevo coordinador, abre una profunda herida en la agrupación local. La negociación por consensuar una lista única salta por los airesLas dos corrientes que aspiran a controlar el partido liberal en la capital de la Plana viran la estrategia y se afanan por retocar sus equipos para concurrir a los comicios del próximo 27 de febrero.

A escasos días para que finalice el plazo de presentación de candidaturas (este lunes), todo hace indicar que los afiliados tendrán que elegir entre dos opciones. La que encabeza Juan José Povedano, quien representa a los continuistas; y la liderada por Lamberto Sánchez, que cuenta con el respaldo de la coordinador provincial, Cristina Fernández. Aunque en las últimas horas la mediación de Organización invitaba a pensar que finalmente habría fumata blanca, los intereses personalistas y egos han terminado por bloquear cualquier posibilidad de llegar a un entendimiento.

Y eso que hasta el pasado jueves la buena sintonía entre los dos grupos prácticamente garantizaba el acuerdo. De hecho, ambos habían pactado los nombres de la nueva dirección. Juan López, sin pertenecer a ninguna familia, se perfilaba como el coordinador. Junto a él, integraban la lista de siete el citado Povedano, Esteban Ventura, Luz CasasEnrique Guimerá, Mari Cielo Leiros y Andi Liu. La preeminencia del bando continuista se debía a su mayor fuerza dentro de la agrupación. Solo el último se identificaba con el sector de Sánchez, aunque la balanza se equilibraba con el reparto de los colaboradores.

De izquierda a derecha: Esteban Ventura, Andi Liu y Juan José Povedano.

Según el nuevo modelo constitutivo de cada agrupación, los órganos de gobierno no solo se componen de vocales, sino también de asistentes, nombrados directamente por los primeros. En el caso de Castelló, significa que la junta pasa a contar con 14 miembros (siete y siete). Con ello, se rompe la encorsetada estructura piramidal para instaurar el arquetipo horizontal, fomentado el trabajo en equipo. En este contexto, si unos tenían más peso con las vocalías, los otros copaban la mayoría de puestos del segundo escalafón, que al final participan en igualdad de condiciones en la toma de decisiones.

Madrid estaba de acuerdo

En principio, las dos corrientes aceptaban la distribución de cargos orgánicos. Incluso, se comunicó a Madrid que Castelló había alcanzado una resolución satisfactoria para todas las partes. Sin embargo, en el último momento, Povedano se descolgó reclamando para él la figura de coordinador. Su exigencia dinamitó por completo el encaje de bolillos, ya que la principal condición para sentarse a hablar era apostar por un perfil conciliador, lo que cumple López.

Las conversaciones entre los dos sectores, desde que se iniciaran hace dos meses, nunca han sido fáciles. Al principio, el inmovilismo del bloque de Sánchez imposibilitaba avanzar, toda vez que vetaba cada afiliado que los continuistas ponían encima de la mesa para diseñar la junta, según fuentes cercanas a la negociación. El punto de inflexión se produjo con la intervención del secretario de Organización, Enrique Doménech, que fue consiguiendo poco a poco que unos y otros entendieran que por encima de cuitas partidistas está el interés general de la formación. La mayor predisposición al consenso permitió ver la luz al final del túnel, hasta que el jueves se originó la ruptura. Salvo una mediación del comité ejecutivo nacional, la militancia deberá decantarse por una de las dos alternativas de aquí a una semana.

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