CASTELLÓ. El senador de Compromís, Carles Mulet, ha pedido al Gobierno “el fin de la complicidad del Gobierno con el proyecto Castor” y ha aventurado que “buscan la caducidad de las responsabilidades que la empresa Escal UGS tuviera que afrontar por la nefasta gestión del proyecto, tanto en su diseño como en su ejecución”.
El senador valencianista ha recordado que el propio Gobierno "admite en una reciente respuesta cómo Escal UGS es responsable tanto de los eventuales vicios o defectos en la ejecución que puedan presentar las instalaciones y se pongan de manifiesto dentro de los diez años siguientes a la entrada en vigor del Real decreto-ley 13/2014, por el que se procedió a la extinción de la concesión Castor, así como de las acciones y omisiones que, como titular de la concesión, haya desarrollado durante su periodo de vigencia".
Mulet asegura que en 2024 "finalizaría por tanto ese plazo de responsabilidad". "Lo que tenía que ser un depósito que inyectara y extrajera gas de un depósito submarino, se convirtió en un engendro inútil, que no funcionaba y causaba terremotos en la zona, donde ya se conocía la sismicidad y así fueron advertidos por distintas instituciones", denuncia Mulet. "Desde esa fecha tan solo hemos visto medidas para proteger a quienes deberían haber respondido por estos hechos y por la lastimosa inversión en un depósito que era urgente y prioritario y pasó a ser rápidamente prescindible", insiste. "Tampoco la ministra de Medio Ambiente y actual vicepresidenta, Teresa Ribera, ha asumido ninguna responsabilidad y nos resulta muy sospechoso que desde la Mesa del Senado se coarte la democrática petición de un grupo de 25 senadores a constituir una comisión de investigación sobre todo lo que rodea a este nefasto proyecto energético", ha lamentado Mulet.
El senador explica que esta misma semana, el PSOE "ha preferido ignorar las peticiones de la coalición para desbloquear esta situación, aun sabiendo que eso implicaría el voto contrario a la elección en primera votación del nuevo presidente de la Cámara Alta, Ander Gil". Asimismo, Mulet ha reprochado que la pandemia siga siendo la excusa para demorar el desmantelamiento de esta planta "hasta su último tornillo, pues no vamos a tolerar ni un solo recuerdo de la misma, ya sea hundido en el mar o enterrado sin una correcta justificación" y ha vuelto a alertar del hecho que los tapones temporales fueron instalados en marzo de 2015, hace más de cinco años, sin que sean los definitivos.