Podem ironiza sobre el giro a "la izquierda" de Cs para sumarse al segundo presupuesto del Fadrell

CASTELLÓ. La voluntad de Ciudadanos por buscar un consenso acerca de los presupuestos en el Ayuntamiento de Castelló sigue sin convencer a alguno de los socios del Acord de Fadrell. En concreto, a Podem-EUPV, cuyo líder, Fernando Navarro, ironiza sobre el giro hacia "la izquierda" del partido liberal, incumpliendo incluso puntos de su propio programa electoral. El enésimo guiño de Cs, alienándose con el equipo de gobierno respecto a las ordenanzas fiscales, aumenta las dudas de la confluencia, que insiste en advertir que el ideario de la formación naranja colisiona con la orientación programática de la alianza progresista.

Ese recelo de la convergencia, patente en el debate plenario de este miércoles, se traduce en una oportunidad de cohesión para otras fuerzas políticas. La valoración del portavoz del ejecutivo, José Luis López, así lo constata. "Yo creo que es bueno. Ya lo hemos visto en otras administraciones. En este momento, indistintamente de cada ideología, la ciudadanía no entendería que todos los partidos no colaboremos y abramos vías de acuerdo para sacar los presupuestos adelante. En este sentido, Ciudadanos se ha ofrecido y nosotros tenemos estudiar esas 15 medidas para ver si se pueden incorporar o no", señala el concejal socialista.

Para López, y ante la situación de emergencia sanitaria, social y económica, resulta imperioso "dejar los argumentos partidistas de un lado. El gobierno debe tender puentes y la oposición arrimar el hombro. Todos tenemos que ser responsables y estar dispuestos a llegar a acuerdos unánimes. Ojalá las cuentas pudieran aprobarse por todos los grupos representados en la corporación municipal", en alusión al PP y Vox, que completan el bloque de la derecha.

Una empresa compleja

La negociación entre Cs y el PSPV se vislumbra una empresa harto compleja por varios motivos. En primer lugar, la aceptación de las medidas planteadas por el partido liberal debe ser debatida y convenida en el seno del Fadrell y Podem ya ha mostrado sus reticencias por las enfrentadas posiciones. En segundo lugar, la formación naranja supedita su respaldo a disponer del borrador sobre las cuentas para, una vez estudiado, sugerir ajustes, algo que tampoco parece convencer a los socios del gobierno. Y en tercer lugar, y como consecuencia de lo anterior, el posible retoque de determinadas partidas genera cierto rechazo, sobre todo si afectan directamente  a Compromís y la confluencia.

No obstante, ambos grupos se mantienen expectantes ante el devenir de los acontecimientos. Es posible que, por las directrices marcadas desde la dirección, Ciudadanos se muestre más flexible y rebaje sus exigencias para respaldar los presupuestos de 2021, sumándose al consenso alcanzado en la Diputación Provincial, por ejemplo.

Con independencia de cómo evolucionen esos contactos, tras el primer encuentro celebrado este lunes, la aprobación de las cuentas municipales todavía se demorará unas semanas. Los integrantes del Fadrell abordan la recta final del tira y afloja con el debate a propósito de las inversiones. Decidir cuánto y dónde se destinará el dinero supone hacer un encaje de bolillos, nada sencillo a consecuencia de la notable reducción de ingresos en comparación con otros años debido a la covid-19. Sin tanta capacidad de financiación y teniendo que primar las políticas de reconstrucción, el margen de maniobra se reduce considerablemente. 

Y en este punto están ahora mismo las conversaciones entre unos y otros con ese horizonte de enero para llegar a un entendimiento. El objetivo estriba en someter a votación las cuentas de 2021 en un pleno de febrero, bien en el ordinario del mes, bien de carácter extraordinario. A continuación, se prevé iniciar la exposición pública y, finalizado el plazo para presentar alegaciones, activar los presupuestos en marzo.