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El cielo aguarda / OPINIÓN

Por penaltis

Foto: EFE/Kiko Huesca
8/07/2021 - 

El martes España hizo lo más difícil ante su partido de semifinales contra Italia, pero desgraciadamente falló en la tanda de penaltis por no haber rematado durante los 120 minutos que duró el partido lo que hubiera sido su pase a la final de la Eurocopa. Y esto mismo es lo que le está ocurriendo otra vez a la Comunidad Valenciana, por no haber gestionado la covid-19 con nuestros jóvenes de una forma adecuada. Una Comunidad Valenciana que tiene unos gestores, los del Botànic II -que es una versión ampliada del Botànic I- que gestionan de manera ineficaz, cutre en muchos casos, y en busca de su beneficio propio y no en el de los cinco millones de valencianos a los que se deben.

Echamos la vista atrás y nos viene a la mente lo ocurrido en diciembre y enero y las graves consecuencias que supuso levantar el pie del acelerador para combatir este virus que se ha llevado ya, desgraciadamente, a 7.420 valencianos a la tumba. Pero es que, pese a tener un ritmo aceptable de vacunados, nuestros brillantes dirigentes se han puesto una venda en los ojos y han abandonado el control y la prevención de una parte de la población que no le tiene miedo a nada ni a nadie y que ha puesto en riesgo una campaña maquillada para poner a nuestra Comunidad como una de las mejores en ratios de coronavirus.

Foto: KIKE TABERNER

De la noche a la mañana nuestros casos positivos por cien mil habitantes se están multiplicando día a día, y ha sido sobre todo por la incidencia de la población más joven. Esta situación ha truncado los planes veraniegos y expectativas de muchos de los nuevos contagiados. Y también de aquellos que, siendo asintomáticos, han sido obligados a realizarse una prueba de antígenos o PCR para poder viajar o desplazarse dentro de nuestro país -y no me refiero al País Valencià como trata la izquierda progresista de llamar a nuestra Comunidad; podríamos referirnos al Reino de Valencia para ser más puristas- y se han encontrado con la desagradable noticia de ser positivos en coronavirus.

¿Por qué no se han hecho más pruebas diagnósticas a aquellos que no recibían las vacunas? Tal vez hubiéramos descubierto casos positivos de nuestra población que hubieran podido guardar cuarentena a tiempo sin infectar a otros valencianos. ¿Por qué no hacen PCR a aquellos que han dado positivo en una prueba de antígenos? ¿Por qué un joven valenciano tiene que desembolsar 100 euros en hacerse por la vía privada dos pruebas de antígenos en vez de correr este gasto a cargo de la administración autonómica? ¿Cuánto dinero ha recibido la Generalitat Valenciana, gestionada por los partidos llamados progresistas de izquierdas -léase PSPV, Compromís y Unides Podem-, de Fondos Europeos para realizar estas pruebas? ¿Han puesto nuestros dirigentes en riesgo a los valencianos, maquillando unas cifras de contagios por cien mil habitantes para presentar unos porcentajes atractivos en el conjunto nacional? De sobra sabemos, aunque no se diga lo suficiente, que nuestro territorio es de los que menos pruebas diagnósticas ha realizado durante toda la pandemia.

Mi hija de 27 años dio positivo en un test de antígenos la semana pasada, obligada a realizárselo por el Gobierno Balear antes de viajar a Formentera por sus vacaciones el día 1 de julio, ya que la Comunidad Valenciana había entrado en la lista roja de autonomías por contagios ese mismo día. Si hubiera viajado el día 30 no hubiera habido problema: ni test, ni vacuna, ni nada. Facilitó parte en seguida al departamento de sanidad de la Generalitat y solicitó que le realizaran una prueba de PCR. Pero la prueba le fue denegada y se le encomendó únicamente a realizar una cuarentena de 10 días aislada en su casa, tras la cual ya podría volver a realizar la vida normal. Es más, podría volver al trabajo tras la cuarentena sin PCR ni prueba mediante.

Foto: KIKE TABERNER

Y yo me pregunto: ¿es esta la sanidad que queremos para nuestra Comunidad? ¿quién falla? ¿el receptor? ¿el intermediario sanitario? ¿o el dirigente?

Ustedes mismos pueden juzgar. Italia está en la final y España, pese a un buen partido, ha fallado en lo primordial, que es ganar la tanda de penaltis.

El Botànic II ha fallado en lo más básico y es en no contar con que nuestros jóvenes, a la hora de la desescalada, podrían estar infectados o no, pero una vez infectados debían tener en cuenta su riesgo de potencial transmisor que no se valora ni se mide. Ahora se impondrán de nuevo medidas improvisadas, prohibitivas y desproporcionadas, queriendo enmendar rápido y mal lo que no se ha hecho de manera responsable y diligente.

Pero no se preocupen, que al final la culpa será sólo de los madrileños, del ocio nocturno, de la restauración o del turismo.

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