VALÈNCIA (EP) El 'president' de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, se ha comprometido a colaborar para buscar una solución "lo más razonable posible" al aplazamiento de las Fallas y la Magdalena por el coronavirus. "La única voluntad es ayudar para que, si es posible, este año se hagan las fiestas, pero debe ser una decisión consensuada en el ámbito local", ha aseverado, con los ayuntamientos de València y Castelló, la Junta Central Fallera (JCF) y la Junta de Festes.
Eso sí, ha remarcado que "es bastante difícil la movilidad de las fiestas tal y como están planteadas", dado que el calendario laboral de 2020 ya está fijado. "Dentro de lo que ya hay en el ámbito festivo se podría encajar, pero no voy a especular", ha subrayado a preguntas de los periodistas.
Puig ha asegurado que el Consell colaborará con el Ayuntamiento de València para resolver el problema de los artistas falleros al tener la mayoría de monumentos plantados en la calle, pues "estratégicamente, son una parte fundamental de las Fallas". También ha indicado que el calendario laboral "no se va a alterar" porque padres y profesores ya saben que la próxima semana es no lectiva.
Así lo ha afirmado tras una primera valoración con la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), UGT-PV y CCOO PV en el Palau de la Generalitat. Con 76 personas afectadas y 21 hospitalizadas por el Covid-10 en la Comunitat, Puig ha resaltado que "la contención está resultando eficaz, sin desde luego ningún tipo de triunfalismo".
"Estoy absolutamente convencido de que vamos a ganar esta batalla, pero lo tenemos que hacer juntos", ha reivindicado, destacando la colaboración de sindicatos y patronal tras las decisiones tomadas por el Ministerio de Sanidad en base a criterios técnicos. Puig comparece este jueves en Les Corts para desgranar las medidas inmediatas por el coronavirus, en base a las adoptadas por el Gobierno y la UE.
De momento, ha llamado a hacer causa común para "atajar la sangría enorme" que supondrá la crisis sanitaria a nivel económico y social. Se ha mostrado "muy preocupado" por el empleo y el turismo y ha recordado que un estudio de 2009 cifró el impacto en 700 millones de euros. La Conselleria de Hacienda encargará un nuevo cálculo al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).
Más allá de las fiestas, el jefe del Consell ha defendido un cambio en la política europea: "Europa ahora sí o sí tiene que actuar, con medidas de flexibilidad y un recursos para el mantenimiento del empleo y las infraestructuras y para acabar con la recesión".
Tanto los sindicatos como la patronal han coincidido con esta visión. Salvador Navarro (CEV) ha advertido de las pérdidas para el turismo, la hostelería y el comercio junto a otros sectores más sensibles para el coronavirus, por lo que ha reclamado mayor liquidez desde el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) y la Sociedad de Garantía Recíproca (Afín SGR).
La patronal lanza una batería de medidas como una guía interna de actuación para trabajadores con síntomas, clarificar procedimientos, planes de contingencia, bonificaciones para contratación temporal o considerar como hora extraordinaria el tiempo dedicado a solucionar problemas de desabastecimiento. A nivel sanitario, facilitar al sistema público recursos privados para realizar pruebas gratuitas a trabajadoras con síntomas.
En clave fiscal y financiera, la CEV propone suprimir subidas de impuestos, aplazar pagos sin recargos, facilitar líneas de crédito, ayudas específicas para empresas afectadas y para fomentar el teletrabajo y actualizar pagos pendientes. Y, sobre todo, "no caer en alarmismo ni derrotismo" que desestabilicen la economía y generen problemas de abastecimiento.
Por parte de los sindicatos, Arturo León (CCOO PV) ha llamado a la serenidad y solidaridad de la Unión Europea para compensar la caída de producción, junto a líneas de crédito y medidas adicionales para frenar el desempleo. Ismael Sáez (UGT-PV) ha defendido que es una situación coyuntural que requiere de unidad y acciones decididas para "salvar el tejido productivo".