Trabajadores sociales de Castelló aplauden su inclusión para evaluar peticiones de eutanasia

CASTELLÓ. La Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia cumple dos semanas de entrada en vigor, tras su aprobación en el Congreso el pasado mes de marzo. Supone un gran avance para los derechos fundamentales de las personas, “y en su proceso de evaluación e implementación las y los profesionales del Trabajo Social, como disciplina que vela por los derechos humanos, debemos estar presentes”.

Es la postura que defienden desde el Col·legi Oficial de Treball Social de Castelló, que aplaude al igual que sus homólogos de Valencia y Alicante que la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública “haya tenido en cuenta nuestra figura profesional, y en concreto la de las y los trabajadores sociales sanitarios, en la composición de los miembros de la Comisión de Garantía y Evaluación en aplicación de la nueva ley”.

Las comunidades autónomas han empezado ya a diseñar estas comisiones, que decidirán sobre la muerte digna de las personas que la soliciten. En el caso de la Comunitat Valenciana, los equipos estarán organizados en grupos de trabajo integrados por profesionales de Medicina, Enfermería, Farmacia, Sociología, Filosofía, Bioética, Derecho y Trabajo Social. “Nos parece una decisión que hace justicia a nuestra profesión, porque en la figura del trabajador social sanitario confluyen conocimientos propios de la salud y de la intervención social claves para garantizar que la ciudadanía disponga de toda la información sobre los requisitos, procedimientos y documentación para ejercer este derecho”, explica el trabajador social sanitario Martí Pomer, del COTS Castelló.

En la misma línea se pronuncia desde el Col·legi de Treball Social de València su vicepresidenta, Paqui Herrero i Cuesta. “Acompañamos desde el nacimiento hasta la muerte y ésta ha de ser digna y respetuosa con los deseos y voluntades expresadas por las y los pacientes. Nuestra inclusión en estas comisiones supone un avance en nuestra profesión, camino de ser reconocida como profesión sanitaria. Tanto la formación como la experiencia en el ámbito sanitario nos capacitan para el desarrollo de esta labor”, señala.

El apoyo emocional y social son campos de trabajo para los que los y las profesionales del Trabajo Social Sanitario tienen la preparación y las competencias necesarias, como lo ponen de manifiesto otras actuaciones ante entornos y problemas que generan malestar, inquietud y angustia tanto al sujeto inmerso en una decisión de esta naturaleza como a la familia que debe acompañarlos.

El hecho de obviar esa parte y visión social “supone un vacío y una carencia respecto del apoyo y acompañamiento que se debe prestar a las personas”, apostillan desde el colectivo. Incorporar a las y los trabajadores sociales a estas comisiones sitúa a España, según datos del Consejo General del Trabajo Social, como primer país de la Unión Europea que establece tal disposición en esta materia, “siendo pioneros a nivel internacional en tener en cuenta que la persona en esta situación tiene una consideración que va mucho más allá de la mera esfera biológica o jurídica”.