Septiembre no ha despejado las principales dudas de los mercados, que esperan a la inminente temporada de resultados empresariales como explica el analista
MADRID. En nuestro comentario de la semana pasada ya describimos la decisión del BCE en su reunión del día 14 de septiembre, mientras que dejábamos pendientes las importantes que se iban a decidir entre los días 20 y 21 del mes en curso por parte de la Reserva Federal norteamericana (FED), Banco de Inglaterra (BoE), Banco de Japón (BoJ), Banco Nacional de Suiza (SNB), Banco de Noruega (Norges Bank) y Banco de Suecia (Riksbank).
Empezamos por los tres últimos, que son los de menor calado, pero no por ello importantes porque también suponen una referencia de política monetaria:
Por su parte, el BoJ mantuvo sin cambios la tasa oficial, así como la configuración de su política monetaria, sin introducir cambios en las orientaciones futuras.
Y el BoE tampoco movió ficha del 5,25% tras una reunión de su comité con un resultado muy ajustado-(votación de cinco a favor de mantener y cuatro de subir-, cuando el mercado esperaba un repunte más. Sin duda, los últimos datos de inflación más favorables, un mercado laboral que se enfría y una actividad económica que se sitúa en negativo, han influido en esta decisión.
Y, el más importante de todos, el banco central estadounidense (FED), que cumplió en buena medida. Por una parte, la ausencia de movimientos de los tipos oficiales en esta reunión; y, por otra, que la decisión vino acompañada por un mensaje de Jerome Powell relativamente agresivo, basado en las tres siguientes indicaciones:
Las expectativas del mercado respecto a la posibilidad de una nueva subida de tipos este año, apenas se han incrementado y los pronósticos continúan anticipando que lo más probable es que no haya nuevos repuntes aunque se hace firme la idea de que la FED mantenga los tipos elevados por más tiempo.
A pesar de ese incremento de expectativas, el repunte en la mediana de previsiones de tipos de los miembros del Comité ha vuelto a dejar atrás al mercado. Esto sugiere nuevos riesgos al alza para la curva, ya que las nuevas previsiones económicas de los gobernadores anticipan una subida más este año y solo dos recortes de 25 pb en 2024 frente a los cuatro anticipados en junio. Y es que aunque las previsiones económicas se revisan marcadamente al alza -y las de paro a la baja- las expectativas de inflación apenas se alteran.
Las conclusiones que podemos sacar de los movimientos de los bancos centrales son las siguientes:
Si alguien creía que septiembre despejaría las principales dudas de los mercados, ya ven ustedes que no. La inmediata reacción del mercado ha sido coherente, ya que vimos rentabilidades de bonos y dólar cotizando al alza, mientras que los recortes predominaron en los principales índices de renta variable. Próximo punto de interés: la campaña de resultados del tercer trimestre y su desarrollo.
Antonio Castelo es analista de iBroker