CASTELLÓ. La alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, pone el foco en los organismos autónomos dependientes del Ayuntamiento de la capital de la Plana. Una vez configurado su equipo de gobierno, así como el grupo de asesores, el siguiente objetivo de la primera munícipe radica en solucionar la situación de los tres Patronatos (Turismo, Fiestas y Deportes).
Aunque por delegación de la propia alcaldesa la presidencia de cada entidad corresponde a los concejales de área, lo cierto es que resulta imperativo la figura del (de la) gerente para garantizar un óptimo funcionamiento interno. En este punto, y tras meses de impasse por el cambio de signo político en el ejecutivo local a raíz de las elecciones, ya está definida la hoja de ruta. Si bien los plazos para ocupar los tres puestos suponen una incógnita al depender de la tramitación administrativa, sí que se conoce la fórmula legal para proceder a las designaciones.
Según fuentes consultadas por este diario, las plazas saldrán a concurso público en las próximas semanas. Cada departamento está trabajando en el diseño de las bases, que no necesariamente serán las mismas en vistas de las distintas necesidades y características de los Patronatos. A pesar de que la elección de los gestores pueda interpretarse como una cuestión menor, su rol es de suma importancia en el esquema de los organismos autónomos tanto por las funciones propias de la plaza como por la imagen externa.
En las dos últimas legislaturas, primero con el Pacte del Grau y después con el Acord de Fadrell, los nombramientos de los interinos suscitaron cierta controversia (en algún caso) y provocaron más de un quebradero de cabeza (en otro) al no llegarse a cubrir nunca. Solo hace falta repasar la hemeroteca. El caso más polémico afectó a Deportes. Tomás de Rosa, nombrado por el PSPV como gerente en agosto de 2019, dimitió un año antes de acabar la legislatura (julio de 2022) por la grave situación económica del Patronato.
Otro caso significativo obedeció a la gerente de Turismo, cargo que permaneció vacante durante prácticamente todo el mandato. La titular, Amparo Martínez, apenas duró 14 meses. Elegida en septiembre 2018, su despido se produjo en noviembre de 2019. En la propuesta de cese, el Fadrell argumentó que "transcurrido más de un año desde su nombramiento, se considera que el grado de cumplimiento por la gerencia de las directrices y objetivos marcados por el gobierno municipal no responde a los mínimos suficientes para hacer frente a las necesidades actuales de la actividad turística en el municipio y a los retos que debe afrontar este Patronato".
"En este sentido, se considera imprescindible inyectar un nuevo impulso en la gestión ordinaria del Patronato que permita que dicho organismo atienda de la manera más eficaz posible el sector turístico de Castelló", añadió el escrito. Sin embargo, nunca se designó a una sustituta (o un sustituto).
Por el contrario, el gerente de Fiestas, Vicente Montolío, se consolidó en el puesto después de que tomara posesión en septiembre de 2016. Además de aguantar en esa legislatura, siguió en la siguiente (la pasada), hasta que en junio de este año presentó su renuncia a la Junta de Gobierno Local. Al producirse un cambio de ejecutivo, con la alianza formada por el PP y Vox, tenía claro que no iba a continuar.
Las gerencias, tradicionalmente, se han resuelto bien por libre designación (nombramiento a dedo), bien por concurso de méritos. Esta segunda fórmula es la que ha escogido Carrasco, lo que significa impeler unas bases y activar los procesos administrativos.