Fotos: ANTONIO PRADAS
CASTELLÓ. Compromís hace de la cruz su ADN y exhibe solidez para arropar a la concejala de Memoria Democrática del Ayuntamiento de Castelló, Verònica Ruiz, en la Ciudad de la Justicia. La comparecencia de la edil ante la jueza por la querella de Vox, a propósito de la cruz de Ribalta, pone de manifiesto la cohesión de la formación valencianista con vistas a las elecciones de mayo.
La puesta en escena de este jueves representa una declaración de intenciones y, de alguna forma, sirve para visibilizar que el rol de la coalición para la gobernanza se vislumbra clave a partir del 28 de mayo en las principales instituciones. Al menos, internamente se maneja escenario ante unos sondeos favorables y que indican un crecimiento.
Más de 20 cargos orgánicos e institucionales mostraron públicamente su apoyo a Ruiz. Además de candidatos a los procesos de primarias, como Joan Baldoví (a la presidencia de la Generalitat) y Vicent Marzà (a Les Corts por la circunscripción de Castellón), se dejaron ver el alcaldable de la capital de la Plana, Ignasi Garcia; el secretario autonómico de Empleo y director de Labora, Enric Nomdedéu; el senador Carlet Mulet, varios integrantes de la candidatura autonómica, como Mònica Àlvaro, Quique Castelló o Vicente Granel; y miembros de la ejecutiva local, caso de Pau Sancho y Jesus Broch. Fuentes consultadas aseguran a este diario que hubieran acudido más representantes, pero por motivos de agenda o trabajo excusaron su no presencia.
La cruz de Ribalta tiene especial importancia en la estrategia plebiscitaria de Compromís. La supresión del monumento, más allá de complacer y movilizar a sus votantes, supone un plus para captar al electorado republicano de Podem. Incluso, a los descontentos del PSOE con la gestión de su partido en este tema. Ya lo dejó claro el mentado Marzà cuando presentó su candidatura a las primarias hace unas semanas. "Estamos seguros que la decisión de retirarla nos aportará votos", señaló.
La coalición valencianista lleva años abanderando la ley de Calidad Democrática. El empeño por sacar el lábaro del parque, al considerarlo un vestigio del franquismo, no se trata de un empeño de este mandato. Ya en la anterior legislatura la propia Ruiz intentó sin éxito culminar la actuación.
En Compromís, existe la convicción de que la querella por presunta prevaricación terminará archivándose. La concejala, tras su larga comparecencia, trasladó este jueves a sus compañeros un moderado optimismo. "He contestado a todas las preguntas de la jueza y a las del abogado de Vox. Lo he hecho con toda la tranquilidad del mundo, porque hemos hecho un expediente impoluto en base a la legalidad", manifestó a la salida.
Unas horas antes, a las puertas de la Ciudad de la Justicia, manifestó encontrarse "muy tranquila". Ante los medios de comunicación, explicó que "para que haya prevaricación ha de haber una injusticia manifiesta y arbitrariedad, y ni en este expediente ni en ningún otro ha habido ninguno de los dos elementos". En este sentido, indicó que "todas las decisiones políticas que se han llevado a cabo han sido siempre sobre informes técnicos-jurídicos que permiten tomar esas decisiones y desde el máximo respeto a la legalidad y a los sentimientos religiosos". En principio, no se prevé que la resolución de la magistrada se demore en exceso en el tiempo, por lo que en los próximos días puede haber novedades.