CASTELLÓ. Tiempo. Es lo que pretenden ganar las partes negociadoras del convenio del azulejo, que este martes ha entrado en fase de stand by, una especie de ausencia de negociación a la espera de que se clarifique el panorama económico de la principal industria castellonense.
La reunión de este martes, que se ha producido después de que en la anterior cita, hace casi dos semanas, las dos partes evidenciaran que sus posturas están más que separadas, ha acabado sin avances de ningún tipo. De hecho, para lo único que ha servido es para que tanto los representantes de la patronal Ascer como de los sindicatos UGT y CCOO se ratifiquen en sus diferencias. Los segundos piden un incremento salarial vinculado al IPC y los primeros no pueden aceptarlo.
El otro avance de la cita ha sido la suspensión de la reunión prevista para el jueves. La próxima se prevé que se celebre dentro de tres semanas, el 28 de junio. Y eso si antes las partes se remiten por escrito algún contenido sobre el que estén dispuestas a negociar. Al menos así lo han trasladado desde CCOO.
Con ello, la negociación ha entrado en punto muerto "a la espera de hallar un horizonte de certidumbre tanto en la evolución del IPC como de los costes", tal y como reconocen desde Ascer.
Pero esto no significa que todo esté paralizado. La comisión negociadora sindical se reunirá la semana próxima, el día 14, para analizar "una hoja de ruta" en la que basar sus próximas actuaciones. A nadie escapa que en el encuentro de la calle Lluís Vives se debatirá sobre la realización de asambleas en los centros productivos y la posibilidad de salir a la calle. Es el guion de cada negociación, y aunque esta haya entrado en stand by, tampoco va a escapar de ello.