Fotos: ANTONIO PRADAS
CASTELLÓ. La Generalitat Valenciana no garantiza al Ayuntamiento de Castelló que vaya a disponer finalmente de espacios en el edificio de Borrull. El Consell valora la posibilidad de copar la totalidad de las dependencias al haber surgido nuevas necesidades en los últimos meses. El Pla Convivint, entre sus objetivos, prioriza la reestructuración de la administración autonómica. En el caso concreto de la capital de la Plana, significa plantear la centralización departamentos de distintas Consellerias, que en la actualidad se encuentran diseminados por la ciudad. En este contexto, el emblemático inmueble surge como una oportunidad, siempre considerando que Servicios Sociales tiene preferencia en el reparto.
Fuentes del área de Igualdad y Políticas Inclusivas señalan a este diario que la dirección territorial de Bienestar Social, ubicada en la avenida Hermanos Bou, se trasladará en su totalidad al inmueble de los antiguos juzgados de la capital de la Plana. Dicha dirección territorial contempla cuatro secciones. Además de la reseñada, figuran gestión administrativa, acción social y evaluación y orientación de discapacidades. Las mismas fuentes aclaran, empero, que corresponde a Patrimonio (Hacienda) decidir en última instancia acerca de la distribución de los despachos, ya que no solo se trata de la propietaria de la construcción, sino que también de la entidad artífice de la rehabilitación.
A tenor del ritmo de los trabajo, se mantiene la previsión de recibir las llaves de la obra civil durante el primer semestre de 2023. La ejecución a cargo del Grupo Ortiz marcha según lo establecido en el contrato, por lo que la inauguración se calcula para después de la celebración de la Magdalena y antes del inicio de la campaña de las elecciones municipales.
La restauración de Borrull tiene una duración de 22 meses. Ese plazo comenzó a contar desde la firma del acta de comprobación de replanteo, que se produjo el 20 de mayo. Ese día, arrancó oficialmente la actuación, cuyo presupuesto asciende a 14,5 millones de euros. No obstante, hubo que esperar unos meses para constatar el desarrollo de los primeros trabajos. En junio, y tras proceder al vallado del perímetro del edificio, la adjudicataria empezó a realizar las demoliciones interiores.
La renovación resulta cada vez más visible para cualquiera que se acerque por la céntrica plaza castellonense. Aunque el montaje de los frontis y las cubiertas llaman especialmente la atención, los avances igualmente son significativos en el interior, con la compartimentación y desarrollo de todas las instalaciones que integran la construcción.
La actuación afecta a todas las alturas del inmueble, desde el sótano y semisótano hasta la quinta planta. Al levantarse en el interior un gran patio, la superficie construida se ve ostensiblemente reducida al pasar de los anteriores 12.455,30 metros cuadrados a los futuros 10.709,83 m2. El inmueble se estructura verticalmente en dos áreas muy definidas (zonas A y B), en las que se proyectan los espacios de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas.
La reforma recoge, como otras singularidades, la creación de un gran patio central en su interior, la instalación de tecnología fotovoltaica y el aumento de la altura libre de la planta de acceso para volver a ejecutarla a una cota que permita su uso como oficinas. Otros aspectos reseñables se refieren a las nuevas fachadas, con un sistema de lamas con estructura metálica forrada de gres sinterizado. Al respecto, el material cerámico que reviste el bloque procede de azulejeras de la provincia.