CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló tiene un plan para ejecutar la segunda fase de la ronda Oeste. Tras constituirse en agosto una comisión de seguimiento para desbloquear la actuación, el siguiente paso radica en incluir en el próximo presupuesto de la Conselleria de Infraestructuras la financiación plurianual, de manera que se garantice el inicio de las obras para 2024. Sin embargo, la retención de crédito no solo la debe realizar el departamento que dirige la castellonense Salomé Pradas, sino también el consistorio.
Según ha podido saber este diario, las expropiaciones para adquirir los terrenos las asumirá finalmente el municipio, mientras que la Generalitat Valenciana correrá con el gasto de la obra civil. Se trata de un cambio de planes respecto a lo pactado (y anunciado) por el Fadrell y el Botànic en la legislatura anterior.
En junio de 2021, el conseller entonces de Urbanismo, Arcadi España, tras reunirse con la alcaldesa, Amparo Marco, se comprometió a aportar la totalidad de la inversión (entre 30 y 35 millones de euros) para completar el anillo de circunvalación a finales de 2023 o durante el primer trimestre de 2024.. El papel del Ayuntamiento se limitaría a la parte administrativa. Una declaración de intenciones en la línea de lo expresado año y medio antes después de un encuentro entre ambos políticos.
En junio de 2022, la Junta de Gobierno Local adjudicó la redacción del proyecto. A partir de ese momento, la concesionaria de la prestación, la Unión Temporal de Empresas (UTE) compuesta por Car Enginyeria Civil y Oficina Técnica TES, comenzó a diseñar el documento con un plazo de ejecución de 11 meses. Eso sí, siempre que no surgieran contratiempos.
Debido a la complejidad técnica, que implica además la aprobación del estudio informativo por parte de varias administraciones autonómicas y estatales, el Ayuntamiento todavía no dispone del borrador. Sea como fuere, sí que está definida la hoja de ruta para materializar la segunda fase de la ronda Oeste.
La ejecución del ramal de 2,35 kilómetros, entre la carretera de Borriol y el enlace con la ronda Sur, está pendiente desde 2011, año en que se inauguró la primera fase, de 2,5 kilómetros, entre la avenida del Castell Vell (antigua N-340) y la rotonda de intersección de la carretera de Borriol con la UJI. La Generalitat Valenciana costeó la totalidad de la obra civil, cuyo presupuesto ascendió a 22,4 millones de euros.
La segunda fase de la ronda Oeste no solo resulta relevante por permitir el cierre del anillo de circunvalación, sino también porque facilita el enlace con la CV-16 (carretera de l'Alcora) y completa el resto de conexiones. Además, como vial urbano dotado de aceras con arbolado, carril bici y zonas de ajardinamiento posibilita una mejora de la movilidad peatonal. De igual modo, contribuye a una adecuada integración paisajística.