El sector turístico provincial tira de profesionales extranjeros, que suman el 10%, y cubre plantillas

CASTELLÓ. El sector turístico castellonense afronta una temporada estival con el viento de cara y la previsión de generar 20.000 empleos en estos meses, los de mayor afluencia en hoteles, campings y alojamientos turísticos legalizados. En total, estos subsectores suman en su conjunto, de forma proporcional, 60.000 plazas, según datos de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castelló (Ashotur).

Una maquinaria turística que coge velocidad con plantillas estables, algo que, sin embargo, ha mantenido en vilo al sector desde principios de año. "Hemos tenido dificultades para completar la necesidad de personal, la verdad es que estábamos asustados con este tema, pero la gente se ha ido animando y en general los establecimientos disponen de equipos sólidos para la temporada alta", afirma el vicepresidente ejecutivo de Ashotur, Luis Martí.

Incentivos para atraer personal

El también presidente de la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC) recuerda que cubrir las ofertas de empleo que ofrece el sector turístico "es un problema estructural en España, donde todavía hay 150.000 puestos de trabajo por ocupar". "Hoy por hoy, en el caso de Castellón, las plantillas están completas, pero a principios de verano teníamos un 10% de puestos de trabajo sin cubrir, entre 1.500 y 2.000, y se han tenido que lanzar campañas y ofertar incentivos y facilidades a los trabajadores por parte de los establecimientos hoteleros para llegar al 100%", añade Martí.

Se refiere a las medidas dirigidas sobre todo a empleados de fuera de la provincia, de localidades lejanas al lugar de trabajo o a profesionales de perfil internacional -estos últimos ya suponen el 10% de los contratos- que requieren soluciones habitacionales durante la temporada. "La vivienda se ha encarecido mucho, y a ello se une la escasez de alojamientos en municipios como Benicàssim o Peñíscola, con mucha segunda residencia", detalla. 

Aquí, los propios hoteles han optado por diferentes fórmulas: han ofertado una parte de las habitaciones disponibles a la plantilla; han gestionado alquileres en zonas próximas; han incluido pluses en las nóminas para afrontar los gastos extra por la estancia; o han ofertado otro tipo de facilidades como reclamo, indican desde la patronal. "Desde luego, la logística ha sido complicada para cubrir plantillas; el problema del alojamiento de los profesionales no nos había llegado aún, pero cada vez es más habitual", aclara Martí.

De estos alicientes han echado mano en el Hotel Intur Orange, con 407 habitaciones y una plantilla de 120 profesionales en temporada alta. "Algunas de las estrategias que hemos seguido para completar la plantilla han sido la firma de convenios de prácticas con universidades y escuelas de hostelería, medidas para mejorar la conciliación, la opción de acumular vacaciones y, sobre todo, formación", explican desde el recinto de Benicàssim. Aunque en este caso no ha sido necesario reservar un espacio de las instalaciones para alojar al personal: "En Benicàssim nosotros no tenemos ese problema porque la mayoría de la plantilla es residente local; un 70% fijos o fijos discontinuos. Sí tenemos problema en las islas, donde el 15-20% no es residente y necesita alojamiento".

En el caso del hotel del Grupo Gimeno, los puestos "en los que más dificultad hemos encontrado para completar los equipos es en los relacionados con la restauración, destacando cocina; y si dentro de ella hablamos de puestos de responsabilidad, jefes de cocina y maitre se situarían en el primer nivel de dificultad”, reconocen.

Las cocinas, un hervidero cultural

Desde el sector turístico provincial destacan la incorporación, sobre todo a última hora, de empleados extranjeros, "totalmente necesarios para poder disponer de equipos completos con los que hacer frente a la temporada". Es a este perfil de empleado al que se han dirigido de forma especial las soluciones habitacionales desde los hoteles. "Hoy, en cualquier establecimiento, más de un 10% de la plantilla no es española. En una cocina, por ejemplo, encontramos trabajadores pakistanís, ecuatorianos, colombianos, mexicanos o argentinos… y gracias a ellos disponemos de plantillas al completo para poder atender la demanda".

La presencia de profesionales extranjeros "sube cada año, y esta temporada, en la medida en la que la previsión de ocupación es muy buena, la cifra será mayor", concluyen desde Ashotur.