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ambos chocan en el primer intento por buscar un acuerdo para garantizar un gobierno estable

El 'tic tac' del PP y Vox para pactar en Castelló: la cruz y las competencias impropias, lo que les separa

Foto: CARLOS PASCUAL

El partido de extrema derecha no acepta la primera oferta de los 'populares' y habrá cuatro candidatos en la investidura de Carrasco como alcaldesa este sábado en el Ayuntamiento

17/06/2023 - 

CASTELLÓ. El tic tac del PP y Vox con vistas a pactar el gobierno municipal de Castelló atisba una posible fecha límite: el pleno del 27 de julio para aprobar las retribuciones. La toma de posesión este sábado de la nueva corporación, con la proclamación de Begoña Carrasco como alcaldesa, supondrá un punto de inflexión en las negociaciones entre ambos partidos.

Por el momento, el primer intento de llegar a un acuerdo no ha fructificado. Esto significa que habrá cuatro postulantes a la alcaldía en la investidura. Además de la candidata popular, que se convertirá en la primera munícipe como la lista más votada, se posicionarán José Luis López (PSPV), Antonio Ortolá (Vox) e Ignasi Garcia (Compromís).

El duro comunicado de Vox

Según asegura la formación de extrema derecha, "el PP prefiere continuar en la línea ideológica marcada por la izquierda y rechaza el acuerdo de mínimos presentado por Vox. En concreto, los populares no ceden en materias como ideología de género, Agenda 2030 o violencia machista. Prefieren mantener los puntos morados y la igualdad de Irene Montero que tener un gobierno estable. Tampoco ven viable la reapertura al tráfico de la avenida Lidón o instaurar una cruz a las víctimas de la violencia donde estaba la cruz del Ribalta que retiró la izquierda hace unos meses".

El principal partido de la derecha rebaja el tono del comunicado y, si bien admite que no ha sido posible alcanzar una entente en estas semanas, "nosotros seguimos abiertos a continuar sentándonos".

Más allá del reparto de delegaciones y la distribución de las sillas en los órganos de gestión, la aprobación de las remuneraciones a finales de julio marcará de alguna manera el inicio de la legislatura. Se tratará de la primera gran decisión del ejecutivo y que, además, obligará a la derecha y a la extrema derecha a sumar fuerzas para evitar que el PSPV y Compromís, en la oposición, tumben la propuesta con sus 12 ediles. El Partido Popular cuenta con 11.

Los cuatro candidatos de Vox que han logrado acta de concejales.

Las cuestiones que impiden sellar ya el acuerdo

A pesar de lo que pueda transmitir una de las partes implicadas, el PP y Vox están ahora más cerca de cerrar el acuerdo que hace una semana, cuando los equipos negociadores se sentaron por primera vez a hablar. La voluntad común por elaborar un documento con los ejes de los programas electorales que generan consenso evidencia que las diferencias sobre las concejalías, determinados temas municipales y las competencias impropias no son del todo insalvables.

Fuentes consultadas apuntan que para sortear las desemejanzas en aspectos estatales la solución pasa por emplear términos muy genéricos en la redacción de los puntos dentro de ese documento. En cuanto a los cargos en el seno del equipo de gobierno, según indican las mismas fuentes, todo es negociable, siempre que unos y otros se tomen el tiempo necesario para ello. Es decir, que no existan prisas.

Como publicó Castellón Plaza este viernes, la formación de extrema derecha aspira a asumir las áreas de Educación, Cultura y Turismo. Además, ha solicitado la primera tenencia de alcaldía, un cargo especialmente relevante, ya que, ante la ausencia de la alcaldesa, corresponde a éste presidir los plenos o la Junta de Portavoces. El PP discrepa en algunas de las demandas, aunque se muestra abierto a encontrar alternativas que sean del agrado del equipo de Antonio Ortolá.

Devolver la cruz al parque Ribalta

En relación a los asuntos de ámbito local que suscitan cierta división, hay un tema especialmente sensible para Vox: la Cruz de los Caídos. El monumento se encuentra desde principios de año en la parroquia Santo Tomás de Villanueva tras retirarlo el Acord de Fadrell del Ribalta. La fuerza de extrema derecha insiste en devolver el lábaro (o instaurarlo) a su antiguo emplazamiento en el parque. Sin embargo, los populares creen que antes de tomar esa decisión resulta imperativo analizar el estado de la estructura y valorar la verdadera conveniencia de un nuevo traslado.

La letra pequeña del pacto tendrá que concretarse en estas semanas para garantizar la estabilidad del gobierno municipal. Con una minoría simple de 11 regidores, difícilmente será posible para el PP controlar la corporación para sacar adelante el presupuesto o las nuevas ordenanzas fiscales, por ejemplo.

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