CASTELLÓ. La rehabilitación del camino de Sant Miquel, en les Coves de Vinromà, ha sido reconocida como la mejor propuesta de transformación urbana de 2020 por el Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunitat Valenciana (COACV). La obra, promovida el año pasado por la Diputación de Castellón, ha conseguido la unanimidad del jurado, que ha destacado el valor arquitectónico del proyecto, su aportación social y el uso de la cerámica como elemento característico.
El presidente de la Diputación, José Martí, ve en este premio un aval a las políticas provinciales de fomento del uso de la cerámica en entornos urbanos. "Cada día son más los municipios que apuestan por el azulejo como elemento distintivo por su calidad, vistosidad y durabilidad, una tendencia que gusta a los urbanistas y que le va bien a nuestra industria para expandirse a nuevos mercados".
El proyecto se desarrolló durante parte de 2020 a través del Plan Cerámico de la Diputación con un presupuesto de 180 mil euros. El diseño fue el ganador de la segunda edición del Concurso de Regeneración Urbana de la Diputación y lleva la firma del equipo formado por Alejandro Martínez y Vicente Arastey. Desde entonces, el camino de Sant Miquel ha dejado de ser una zona degradada de la parte alta de les Coves "para convertirse en un punto donde desconectar y hacer deporte sin alejarse del casco urbano". La cerámica es la principal protagonista del entorno.
Por su parte, el diputado Ximo Huguet ha destacado que el año que viene se seguirá trabajando en la misma línea de apoyo al sector cerámico: "Continuaremos reforzando el CRU como el mayor escaparate de las potencialidades de nuestra cerámica y volveremos a contar con los arquitectos de la Comunitat para que dibujen con azulejos el futuro del urbanismo de la provincia, de España y del mundo".