El Villarreal presenta su candidatura para la Champions con un vital triunfo ante la Real 

VILA-REAL. Paso de gigante, golpe sobre la mesa o aviso a navegantes son sólo algunas de las expresiones válidas para definir el triunfo logrado por el Villarreal ante la Real Sociedad en La Cerámica. Los de Quique Setién necesitaban ganar para mantener viva la esperanza de jugar la próxima Champions, y gracias a los tardíos goles de Parejo y Jackson lograron el objetivo. 

El Submarino demostró ser superior en la mayor parte de los minutos pero no pudo abrir la lata hasta que, con menos de un cuarto de hora por delante, Chukwueze se sacó de la chistera un vertiginoso eslalon que terminó en penalti. Los tres puntos, muy celebrados en Vila-real, sirven a los amarillos para colocarse a solo cuatro puntos de la cuarta plaza, afianzarse todavía más en la sexta posición y mandar un mensaje al resto de competidores por las plazas europeas. 

La única novedad en los de Setién fue Aïssa Mandi, que entró de inicio porque unas molestias en la rodilla izquierda dejaron a Raúl Albiol fuera de la convocatoria. El resto de futbolistas fueron los esperados, ya que el enmascarado Pedraza ganó la partida a Alberto Moreno, que como Lo Celso, Jackson, Trigueros y Cuenca entraron en el segundo tiempo. 

Imanol Alguacil tomó una decisión poco habitual: dejar en el banquillo a Mikel Oyarzabal por decisión técnica. Su puesto lo ocupó un Takefusa Kubo que regresaba a La Cerámica tras 19 partidos como groguet en la temporada 2020/21, cedido por el Real Madrid. 

El Submarino dominó y perdonó

La Real no esperó para mostrar sus intenciones e inició el duelo con una presión muy alta y una línea defensiva a la altura del centro del campo, pero poco le duró el plan. El Villarreal lo quiso aprovechar buscando la velocidad de José Luis Morales, que a los tres minutos marró un mano a mano contra Remiro y posteriormente fue crucial para buscar una y otra vez la espalda de los defensores del conjunto vasco. 

El encuentro, aunque empezó de poder a poder, se fue decantando a favor de un Submarino que a los veinte minutos se encontró con el poste por mediación de Yeremy Pino. A partir del ecuador del primer tiempo el Villarreal se hizo absoluto dominador con el balón gracias a la de sobra conocida calidad de Dani Parejo y a un Ramón Terrats muy participativo junto al de Coslada en la génesis de las jugadas. 

El control groguet del cuero se transformó en ocasiones sobre la portería de Álex Remiro, que recibió 10 tiros en la primera mitad, aunque solo dos fueron entre los tres palos. La falta de acierto, como la que tuvo Morales tras una buena acción en el área al borde del descanso, fue el único impedimento para que un Villarreal superior se marchara con ventaja al descanso. 

Chukwueze desequilibró la balanza

La charla de Imanol a sus futbolistas en el descanso debió ser efectiva, porque la segunda mitad empezó con una dinámica totalmente opuesta a la de los primeros 45 minutos. Los de Quique Setién perdieron la fluidez con la que sacaban el balón jugado y vieron como el cuadro de San Sebastián se instalaba en las inmediaciones del área de Pepe Reina. Take Kubo y Mikel Merino se quedaron a centímetros de perforar el marco amarillo justo antes de que Lo Celso y Jackson entraran por Terrats y Morales para dar oxígeno al equipo. 

Setién consiguió frenar el arreón donostiarra con las piernas frescas e Imanol contesto renovando su parcela ofensiva con Cho y Oyarzabal. Con veinte minutos por delante, el encuentro estaba por abrirse, sin dominador claro y con los dos conjuntos desacertados en la finalización. En ese contexto apareció el hombre más decisivo del Villarreal esta temporada: Samu Chukwueze. El nigeriano se inventó un eslalon magnífico en el que se marchó de tres defensores y que culminó siendo objeto de penalti por parte de Zubimendi. 

Dani Parejo, con la sangre fría que le caracteriza, definió a las mil maravillas desde los once metros. Una pena máxima que llegó en el tramo final del encuentro y que significó la primera piedra para colocar al cuadro de La Plana a cuatro puntos de la Champions League. Solo cuatro minutos después, Nico Jackson sentenció el partido con un gran gol en el que exhibió su potencia y voracidad. 

El 2-0 fue el golpe de gracia que dejó a la Real en la lona de manera definitiva y, además, sirvió para que los de Setién ganaran el golaveraje general al conjunto vasco. Si el Villarreal quería soñar con entrar en Champions debía hacer exactamente lo que hizo, superar a la Real Sociedad demostrando que tiene capacidad para ser mejor tanto en el juego como en el marcador. 

Ficha técnica

Villarreal: Pepe Reina; Foyth, Mandi, Pau Torres (Cuenca, min. 85), Pedraza (Alberto Moreno, min. 73); Parejo, Terrats (Lo Celso, min. 61), Baena (Trigueros, min. 85); Chukwueze, Morales (Jackson, min, 61) y Yeremy.

Real Sociedad: Álex Remiro; Gorosabel (Álex Sola, min, 85), Zubeldia, Le Normand, Ahien Muñoz; Zubimendi, Mikel Merino (Illarramendi, min. 85), David Silva (Barrenetxea, min. 85); Brais Méndez, Kubo (Cho, min. 71) y Sørloth (Oyarzabal, min. 71). 

Goles: 1-0, min. 77: Parejo (p). 2-0, min. 81: Jackson. 

Árbitro: Jesús Gil Manzano (Comité extremeño). Amonestó a Terrats, Reina y Foyth por el Villarreal y a Zubeldia, Zubimendi y Silva por la Real Sociedad. Además, expulsó a Nico Jackson por doble amarilla.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 27 de La Liga Santander disputado en el Estadio de la Cerámica ante 18.768 espectadores.