CASTELLÓ. Mejorar la gestión de los procesos de regeneración de agua a través de la integración de diversas fuentes de datos de manera automatizada y de la monitorización in situ de su calidad microbiológica es el objetivo Sadar, proyecto financiado por la Agència Valenciana de la Innovació (AVI). Esta iniciativa tendrá un impacto positivo no sólo a nivel medioambiental, por la mejora de la calidad del agua regenerada, sino que permitirá incrementar la calidad del agua regenerada destinada a otros usos, entre ellos el agrícola, combatiendo con ello los retos actuales como la escasez del agua y la creciente demanda de este recurso.
Facsa es la compañía encargada de coordinar este proyecto que busca desarrollar una plataforma innovadora para la gestión de la calidad de las aguas regeneradas atendiendo a parámetros microbiológicos. Dicha plataforma, va a integrar la monitorización en tiempo real de la calidad de las aguas regeneradas y va a incorporar un biosensor a los parámetros de seguimiento y gestión convencionales de los sistemas ya existentes en las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR).
El desarrollo de esta solución digital sigue la línea de otras iniciativas que Facsa ha integrado bajo la marca Waternology, que aúna todo el potencial tecnológico que la compañía aplica a la gestión inteligente del ciclo integral del agua a través de distintas herramientas digitales. Concretamente se corresponde con el módulo Waternology Services, que engloba digitalización de procesos y operativa para la optimización de los servicios.
Cabe destacar que, durante el proceso, se desarrollará un equipo biosensor totalmente automatizado capaz de detectar los indicadores microbiológicos necesarios para asegurar la calidad y salubridad del uso del agua regenerada, acorde con el "Reglamento (UE) 2020/741 relativo a los requisitos mínimos para la reutilización del agua. Esta información será incorporada en una plataforma digital innovadora, facilitando la toma de decisiones sobre la gestión de los tratamientos para la regeneración de agua existentes en las EDAR.
El proyecto, que ha comenzado este año y finalizará en 2023, se va a llevar a cabo en cooperación con Eurofins | Iproma, laboratorio de referencia en el ámbito del control y análisis medioambiental y que forma parte del Grupo Eurofins Scientific y la biotecnológica del Parque Científico Espaitec de la UJI experta en detección de microorganismos Biotica. Además, se contará con el apoyo del Instituto Tecnológico de Informática (ITI), la Colección Española de Cultivos Tipo (CECT) y el grupo de investigación VISAFElab del IATA-CSIC, expertos en virología, la start-up Iotsens especialista en sensores y sistemas Internet of Things (IoT) y la ingeniería IDNEO Technologies, del sector de la automatización.