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entrevista | director general de siti barbieri & tarozzi ibérica y ejemplo del binomio italoespañol en el pujante sector de la maquinaria cerámica

Giorgio Severi: "El futuro del azulejo estará en la productividad, eficiencia y calidad; y ya no tanto en los cambios estéticos"

24/02/2021 - 

CASTELLÓ. Sus más de 27 años fuertemente ligados a la maquinaria cerámica hispanoitaliana, puntera en el mundo, y vinculado a través de algunas de las empresas consideradas iconos en este ámbito, han valido a Giorgio Severi (Módena-1969), hoy director general Siti Barbieri & Tarozzi Ibérica, a convertirse en una de las voces más autorizadas del sector para analizar el pasado, presente y futuro de una industria cerámica en constante evolución.

Responsable también del área de International Business de la amplia red mundial de filiales del grupo empresarial italiano, Giorgio Severi salió en 1993 de la universidad tras completar la licenciatura de Económicas. Fue el punto de partida a su incorporación a un dinámico sector no exento de innumerables concentraciones empresariales, adquisiciones, transformaciones y reconversiones que le han valido tener una visión amplia de una industria que hoy marca los tiempos en la fabricación del producto cerámico en los cinco continentes.

 Su trabajo a lo largo de estos años, aunque le ha llevado a no conocer fronteras con el pasaporte como gran aliado, España y, concretamente, Castellón, han sido siempre su principal base de operaciones y lo ha hecho "de manera voluntaria y casi por convicción". Hoy, Severi lidera la principal filial del grupo Siti Barbieri & Tarozzi y única con capacidad productiva, situada en el término municipal de Almassora, a cargo de una plantilla de 82 trabajadores y con un volumen de facturación solo en España por encima de los 50 millones de euros anuales.

Foto: Antonio Pradas

-¿Dígame que elementos diferenciadores ofrece Siti Barbieri & Tarozzi que no veamos en otras empresas?
B&T Ibérica es una conjugación de empresas que el grupo ha ido absorbiendo y con las que ha ido fusionándose a lo largo de los años; la compañía, como tal, se fundó en 1982, aunque en la práctica llevamos más de 40 años, ya que somos herederos de todas aquellas empresas y aquel capital humano que incorporamos y que venían ya trabajando en el sector. Siti Barbieri & Tarozzi Ibérica siempre ha ido muy ligada al crecimiento de la provincia porque comenzó con el nacimiento de la cerámica industrial, con las primeras implantaciones de hornos de rodillos de IberSiti, de prensas hidráulicas con Nassetti, los boxes de rodillo de B&T, el pulmón con los vehículos guiados... Toda esa conjugación de empresas ha hecho que hoy estemos presentes en la mayoría de las fábricas de Castellón, por no decir todas. Con parte de las instalaciones o en su integridad. No hay fábrica en el clúster castellonense en la que no estemos presentes.

Es precisamente nuestra naturaleza, que viene de esa concentración de empresas, la que nos ha permitido ofrecer un servicio integral. El grupo ha invertido muchísimo en adquisiciones a lo largo de los años, pero nos ha posibilitado especializarnos en toda la cadena productiva. Somos una filial que da servicio 24 horas y lo hacemos así desde hace muchos años. Fuimos los primeros en implantar este servicio en todo el sector cerámico. Y eso se nota, porque la proximidad con el cliente nos da ventaja a la hora de ofrecer el mejor servicio a cualquier hora y cualquier día de la semana, porque sabemos que, por ejemplo, un horno nunca puede estar sin alimentar. Todo en la fábrica requiere de una atención continua. El fuego es sagrado y el horno debe estar siempre encendido y lleno. Esto es lo que manda en cerámica.

-Lo que permite que estén en todos los procesos cerámicos...
Así es. Trabajamos desde la molienda, fabricamos molinos, atomizadores; digamos que en toda la preparación de la pasta cerámica, prensa, secado, esmaltado, decoración digital, el pulmón, máquinas de carga, almacenado, carga y descarga, línea de selección, paletizado, hornos y hasta los vehículos-palets de línea y las líneas de acabado final, rectificado, pulido, incluido los útiles de rectificado, etcétera. Así, el grupo Siti, con su filial BT Ibérica, fabrica todas las máquinas del proceso cerámico y todas las máquinas de acabado final, Ancora, por ejemplo, que hace maquinaria de pulido y rectificado; Diatex, que son discos de cortes para el rectificado de corte del azulejo; Projecta, que son máquinas de inyección digital...

-... y entiendo que a un alto grado de especialización.
Efectivamente. De hecho en B&T Ibérica contamos con un equipo humano integrado por especialistas en cada campo. Es decir, hay un equipo de técnicos altamente calificados para cada tipología de maquinas.

Para llegar a este punto, esta concentración de empresas a la que me refería nos ha servido para ofrecer un servicio integral. El grupo ha invertido muchísimo en adquisiciones a lo largo de los años. Este crecimiento por adquisiciones empezó en el 97. Y es un proceso complicado, porque requiere de una integración eficiente y eficaz de todas las filiales.

"LAS ADQUISICIONES, FUSIONES, ABSORCIONES... NO DEBEN DESCOMPONER LA PERSONALIDAD DE LAS EMPRESAS ADQUIRIDAS Y SÍ DEBEN SACAR PROVECHO DE LOS CONOCIMIENTOS TÉCNICOS DEL CAPITAL HUMANO".

-Con lo que me cuenta, su compañía se caracteriza no sólo por haber sabido concentrar empresas de manera eficiente, sino también por mantener la personalidad de cada empresa absorbida, incluso asumen los equipos humanos y el nombre de estas firmas.
En nuestra expansión, ha tenido mucho que ver la experiencia adquirida en España para trasladar a otras partes del mundo. Esta es la filial matriz, de referencia de grupo. Es la que más próxima está al sector, la de mayor crecimiento y España, para B&T, es el mercado de referencia, más que cualquier otro.

Y como bien dice, eso es así, las adquisiciones no deben descomponer la personalidad de las empresas adquiridas. Es verdad que una vez se completan, hay que redirigirlas hacia los nuevos hitos del mercado porque, como se sabe, en el sector cerámico ha habido muchas empresas de maquinaria, pero ahora todo se ha estrechado bastante si hablamos de empresas que atiendan al proceso completo. Somos dos, como mucho tres en Europa. Para llegar a este punto se ha dado una importante depuración de un número mayor de empresas que había en el pasado. Esta concentración ha sido debida, principalmente, a atender las nuevas demandas del mercado y a unas exigencias financieras que el propio mercado tiene.

Todo este escenario obliga a retoques, pero no hemos dejado de lado la identidad del producto, la identidad, personalidad de cada empresa, que se mantiene. Y creo que es importante mantenerla. Y así como es importante mantener la identidad, lo es más mantener a las personas, el capital humano de las empresas. En España somos un ejemplo de esto porque hemos mantenido todos los trabajadores de las empresas que se han ido adquiriendo.

Foto: Antonio Pradas

-¿Con qué plantilla cuenta Siti-B&T Ibérica y hasta dónde llega el entramado del grupo en el mundo?
En nuestra filial, en España, contamos con 82 empleados, a lo que hay que añadir el numeroso personal que trabaja en las empresas auxiliares con las que venimos trabajando de manera directa y continua desde hace muchos años en cuanto a los montajes.
El grupo B&T llega a todo el mundo, aunque hay rincones donde la capacidad de penetración varía. Aun así, llegamos a los principales mercados, con una extensa red de filiales. Estamos donde están nuestros clientes y estos son los productores de cerámica. Principalmente en España, Italia, Polonia, Alemania, Francia, países del Este europeo como Ucrania y Rusia… Tenemos una filial enorme en China, la más grande del grupo, pero es una filial meramente productiva. Sudamérica, especialmente Brasil, México, Estados Unidos; también en Indonesia, Singapur, Dubai, Argelia…

-¿Cómo han llevado este tiempo de pandemia?
Pues tengo que decir que tener filiales en sitios cercanos a nuestros clientes, que son los clústeres cerámicos, nos ha ayudado mucho en este tiempo tan excepcional para todos. No hemos dejado de trabajar y no hemos reducido capacidad de servicio. Al tener tantas filiales y gracias al uso de las nuevas tecnologías, hemos podido afrontar una situación como ésta. La covid la hemos llevado bien porque ya estábamos acostumbrados a los nuevos modos de la comunicación telemática y la acción remota. Como dato, le diré que desde 2015 contamos con dos salas de telepresencia, lo que nos permite saber y ver lo que pasa al otro lado de la pantalla.

-¿Y cómo es esa relación empresa-cliente en remoto?
Es fundamental hoy en día tener un servicio de teleasistencia proactivo desde la central y desde las filiales que nos permita controlar el estado y funcionamiento de la máquina; averías, parámetros de producción... todo puede hacerse directamente desde una pantalla o a través de unas gafas que hemos implementado en nuestra asistencia técnica y que todas las filiales tienen a disposición de los técnicos de campo del cliente, con el fin de enseñar a nuestros técnicos el estado de la máquina y para guiar las operaciones. Para hacer todo eso hemos tenido que cambiar también el proyecto y el diseño de las máquinas. Dotamos a las máquinas de sensores a través de la IoT, sistemas inteligentes que sean capaces de dialogar con estos aparatos de teleasistencia y que hemos introducido en nuestro día a día.

Foto: Antonio Pradas

-Por lo que me cuenta, en 2020 les han ido de manera satisfactoria en Siti B&T Ibérica. ¿Qué aspectos considera que han sido relevantes para este buen balance?.
Sobre todo ha ayudado el importante tirón que ha tenido la cerámica. Sin duda porque el ceramista sigue siendo, como tiene que ser, un empresario que invierte con una visión muy cercana a lo que es el crecimiento del mercado, a la demanda. La inversión en maquinaria ha ido bien porque el sector ha ido bien. Al comprobarse que el mercado acompañaba y crecía, sobre todo a partir de mayo, los empresarios han tenido confianza para invertir en maquinaria. Hemos cerrado este año con un volumen de negocio de más de 50 millones de euros en España y eso corresponde, en definitiva, al mérito de una industria cerámica, que ha sabido sobreponerse a la adversidad.

-Hasta qué punto es importante la formación para su sector, para su empresa. ¿Faltan perfiles cualificados? ¿Hay avances en este sentido?
Tenemos un acuerdo con la Universidad Jaume I de Castelló que nos va bastante bien. Tengo que decir que B&T es la empresa que mejores técnicos está formando. Y estamos aglutinando muchos técnicos formados en Castellón, que vienen de la UJI, de los grados de la ingeniería técnica e industrial; también de la FP, sobre todo en la rama de electromecánica. Tenemos a gente muy cualificada que han empezado con nosotros muy jóvenes, con prácticas universitarias que, al finalizar, se convirtieron en contratos laborales y hoy viajan por el mundo prestando asistencia a todo el grupo. En Siti B&T Ibérica, por cierto, tenemos a unos 25 técnicos que están viajando continuamente.

-Me ha hablado de la Formación Profesional, ¿hasta qué punto la ve importante?. Y ante todo, ¿cuál que cree que es el perfil que entiende con más proyección a futuro?

Electrónica y electromecánica son los dos grandes componentes de la maquinaria cerámica. Con ello, basta más precisión en la respuesta. Sin embargo, en el sector echamos de menos una figura que es clave, que es la de los tecnólogos, es decir, técnicos que acumulen conocimientos, por ejemplo, en química, geología, que sepan de pasta cerámica, de superficies, producción y tecnología cerámica en su conjunto; que sepan conjugar las capacidades de la maquinaria cerámica con las cualidades químicas del producto, las composiciones de las pastas, los ciclos del horno, la compactación de las piezas, el prensado y que tengan un enfoque cerámico global. Son conocimientos que hoy no están muy extendidos en los actuales perfiles profesionales y que cada día son más importantes.

"LA MEJOR APLICACIÓN DE LA MAQUINARIA CERÁMICA ITALIANA SE HA DESARROLLADO EN ESPAÑA. ES AQUÍ DONDE SE REALIZAN LAS GRANDES FÁBRICAS DE AZULEJOS, DONDE LA PRODUCTIVIDAD ES MUY EXIGENTE".

-¿Y cuál es el papel de los institutos tecnológicos en este sector?
Fundamental. Tengo que remarcar que el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) de Castelló es el mejor en el mundo en su ámbito. Eso lo hemos sabido aprovechar, especialmente las esmalteras y hay que recordar que España, y cuando digo España, digo Castellón, concentra las mejores y más grandes esmalteras del mundo.

-Dígame, ¿cómo ve el sector en España, en Castellón?
La mejor aplicación de la maquinaria cerámica italiana se ha desarrollado en España. Es aquí donde se realizan las grandes fábricas de azulejos, donde la productividad es muy exigente. Debo decir [y alguien en Italia se me enfadará- confiesa en bajo y ríe] que en exigencia, como el fabricante de cerámica español no hay nadie, por lo menos en Europa. Para encontrar esa misma exigencia hay que irse a Brasil o a China. Pero aquí hay una diferencia importante: que a nivel estético y a nivel de calidad, los productos españoles son mejores.

La cerámica más eficiente y de mejor calidad, la que combina eficiencia productiva y calidad de producto, la mejor, es española. Llevo 27 años en España y he visto la evolución del sector y la pujanza del clúster castellonense es hoy la referencia.

-¿Qué cambios prevé más importantes para la cerámica desde su punto de vista italo-español?
Sin duda, son dos clústeres parecidos. Italia, como todos sabemos, es un referente de moda y siempre lo será. Pero España es un referente de productividad y calidad. En Italia, digamos, nace la estética cerámica, pero hoy en día eso va cambiar. La productividad, la eficiencia y la calidad van a ser más importante porque no habrá tantos cambios estéticos y un seguimiento a la moda tan brusco y repentino como ha venido sucediendo en los últimos años. Las ferias internacionales cambiarán su modelo tradicional, al menos en la dimensión como las hemos conocido hasta ahora.

La convulsión a la que venía asistiendo el sector cada año, en que se sacaba hasta dos colecciones anuales... esa convulsión, como le digo, se ha estabilizado. Las ferias son un elemento dinamizador del sector y ayuda a estimular el consumo, por lo que creo que hay que volver a relanzarlas, sin embargo hay elementos de fuerza mayor que están ahí y que conllevará cambios.

Foto: Antonio Pradas

-¿Cuál es la aportación de Siti B&T Ibérica a los retos energéticos y medioambientales que se plantean a la industria cerámica?
Creo que llegar a los retos medioambientales que se marcan para el horizonte 2030 va a ser muy complicado. Le diré que nosotros hemos trabajado mucho en este aspecto. Así, para llegar a la reducción de emisiones en hornos y atomizadores hemos trabajado mucho y, de hecho, somos referentes en bajo consumo de gas. Nuestros hornos son los que menos consumen en el sector y por eso hemos tenido grandes ventajas competitivas que ha hecho que buena parte de los hornos de las fábricas de Castellón cuenten con nuestros productos.

Y dicho esto, creo que para dar el salto a los retos que se nos marcan en lo que concierne a la descarbonización es una tarea muy difícil, porque ya no será posible a través de los combustibles fósiles con los que veníamos trabajando. Para lograr una alternativa al gas natural hay que contar con un horno a hidrógeno, que es con lo que estamos trabajando y para lo que hemos logrado una subvención europea muy importante que nos permitirá desarrollar la combustión a hidrógeno. Repito, debo decir que es algo muy complicado y nos llevará tiempo. Sería poco riguroso por mi parte darle una previsión.

-Desde su doble visión italiana y española, dígame una frase que quiera destacar de esta entrevista...
Pues creo que he dicho lo que veo más importante. Pero le diré algo para cerrar: Europa, o somos uno o no sobrevivimos. El sector europeo debe ser único y las asociaciones sectoriales debe ir muy unidas porque si no, desperdiciaríamos recursos necesarios para competir en un mercado global como éste.

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