CASTELLÓ. La música en España vivió una época de liberación y auge en España durante las décadas de los 80 y los 90. A lo largo de aquellos años nacieron numerosos artistas, bandas y agrupaciones que dieron lugar a un notorio cambio cultural arrastrado en el corazón de quienes lo vivieron hasta el día de hoy. Entre aquellos autores, Javier Gurruchaga (San Sebastián, 1958) sobresalió por su carácter especialmente extrovertido y carismático. El músico fundó en 1976 el grupo la Orquesta Mondragón, uno de los más emblemáticos de la conocida como movida madrileña. Polifacético - destacó también en la televisión o en el cine - sus letras mezclan las notas del pop y el rock con letras irreverentes y provocadoras, con tintes de humor y teatralidad.
Este viernes a partir de las 20.30, la sala La Bohemia de Castelló acoge en concierto al reconocido grupo musical. De su mano, los asistentes al espacio cultural castellonense sacarán sus billetes para viajar en la máquina del tiempo a través de la música. En definitiva, el espectáculo promete ser fiel a la originalidad y diversión que fluyen a través del característico sonido de la banda. Antes de su llegada a la capital de la Plana, Castellón Plaza conversa con el cantante de la Orquesta Mondragón, Javier Gurruchaga, sobre cómo recuerda al público castellonense, la evolución del grupo o su visión del panorama musical.
— Este viernes llegas a la sala La Bohemia de Castelló. ¿Cómo recuerdas la ciudad y qué tiene de especial ella y su público para ti y la Orquesta Mondragón?
— Siempre he tenido buenos recuerdos de Castelló, aunque haya pasado ya mucho tiempo desde mi última vez. Allí hice películas también, como en Peñíscola. Es una tierra estupenda, como toda la Comunitat Valenciana y tengo muy buenos recuerdos. Como digo, llevamos tiempo sin pisar Castelló, así que después de tantos años me hace especial ilusión volver a actuar en la ciudad.
— El concierto ha estado pendiente hasta el último momento de la tragedia de la Dana ocurrida en Valencia. ¿Cómo has seguido la situación desde la distancia?
— He seguido las noticias y pensaba de hecho que dada la evolución de la Dana el concierto estaba en peligro de ser suspendido. Estoy al tanto de la situación, es una desgracia disparatadísima. Era surrealista ver la manera en la que entraba el agua en las casas. Ante todo, mis condolencias para aquellos que han sufrido las consecuencias, sus familiares y en definitiva todos los valencianos y la gente de la Comunitat. Ojalá que el concierto de este viernes sirva para tomar impulso y levantar un poco los ánimos, aunque al fin y al cabo se trate de una gran desgracia.
— Nos vamos un poco atrás en el tiempo. ¿Cómo dirías que ha evolucionado la Orquesta Mondragón desde sus inicios hasta el día de hoy? ¿Qué queda de aquella esencial inicial y qué nuevos elementos ha ido ganando con los años?
— Las canciones de la Orquesta Mondragón nos han seguido durante muchos años. Desde nuestros primeros discos, Bon Voyage, Muñeca Hinchable, Ponte la peluca... Son temas que hemos interpretado con un tono humorístico y nos han acompañado en los conciertos hasta llegar a tantos discos después. Ahora hacemos una especie de síntesis de las canciones más significativas, emblemáticas y divertidas. De ahí extraemos una veintena de grandes éxitos con los que construimos nuestras actuaciones. Llevamos mucho tiempo ya de carretera. Este verano por ejemplo hemos recorrido el país haciendo conciertos. Algunos temas son más frescos y otros más conocidos, pero se trata de pasar un rato juntos, distraernos, divertirnos y sobre todo disfrutar con la música.
"Nosotros reivindicamos el vivo, la frescura de tocar en directo con los buenos músicos que siempre hemos tenido"
— Tu estilo es inconfundible y mezcla la música con el teatro y la sátira. ¿Cómo mantienes esa energía y frescura después de tantos años en los escenarios?
— El mismo oficio te va dando esa constancia. Uno está encima del trabajo todo el día y no tengo otra cosa en la cabeza. Me gusta mi profesión. Empecé de botones en un banco, aunque a mí las cuentas nunca se me han dado bien, nunca me han interesado. Me gusta cantar, me gusta comunicar y actuar. Es lo que me da la inyección de ánimo y entusiasmo. Saber que tienes un público que te va a seguir el espectáculo y la onda que le propongas. Eso es lo que te carga las pilas. Estoy contento de tener esta profesión. Al fin y al cabo es lo que llevo haciendo desde hace ahora más de 40 años, conjugado con el cine y el teatro. No obstante, de entre todas las artes me quedo con la música, principalmente porque es lo que más me ha llenado.
— Respecto al concierto en La Bohemia. ¿Qué nos puedes contar acerca del espectáculo que trae la Orquesta Mondragón a Castelló? ¿Habrá alguna sorpresa para el público?
— Se trata de viajar en el tiempo para hacer un repaso a nuestra trayectoria, un poco lo que hacen todos los grupos. Echar mano de las canciones conocidas para masticarlas en un disco y después realizar versiones de las mismas. Recurrimos a nuestro repertorio, pero tampoco nos ponemos muy nostálgicos. En este sentido nos gusta también hacer versiones de temas que nos han marcado y acompañado, como temas de John Lennon, Elvis Presley o The Doors.
— La música ha cambiado mucho en España desde que comenzaste. ¿Cómo ves el panorama actual, especialmente para los grupos que apuestan por un estilo similar y una puesta en escena tan cuidada como la vuestra?
— No veo el panorama musical actual muy allá. Nosotros reivindicamos el vivo, la frescura de tocar en directo con los buenos músicos que siempre hemos tenido en la banda. Ahora quizá se reivindica más lo falso que lo verdadero. Entonces todo es fake, todo es playback. No en la mayor medida, pero sí en una parte lo más novedoso me supone personalmente un bluff.
— Haciendo un repaso a tu trayectoria. ¿Cuáles han sido los momentos más memorables en todos estos años de carrera? ¿Hay alguno que recuerdes con especial cariño?
— El disco que recuerdo con más cariño es Bon Voyage. Después también nos marcó mucho el álbum Ellos las prefieren gordas, que incluía sencillos que gustaron entre el público como Corazón de neón. Asimismo, otras canciones como Olvídate de mí nos dieron grandes momentos. Aquella etapa, unida también a mis programas de televisión, a finales de los años 80, fue en definitiva la que engloba los momentos más intensos y que mejor recuerdo de mi trayectoria. Hay innumerables canciones de aquellos tiempos que merecen la pena ser rescatadas y eso hacemos en los conciertos.
"Tener sentido del humor es fundamental, si no sería bastante inaguantable todo"
— A título personal, para Javier Gurruchaga. ¿Qué significa el humor en la música y en la vida? ¿Crees que es un elemento fundamental para conectar con el público?
— Tener sentido del humor es fundamental, si no sería bastante inaguantable todo. Sólo hay que ver las desgracias que ocurren o las historias que tenemos cada uno día a día. El humor es la forma de distanciarse y tomar cierta protección con las cosas, de no tomarse todo tan en serio. La vida es muy dura y a veces no depende de nosotros. Pero le ponemos humor, por ejemplo ahora con la victoria de Donald Trump en las elecciones de los Estados Unidos. Hace unos años, cuando subió al poder por primera vez, le hice una parodia con la peluca rubia. Creo que hay que tomarse las cosas con ese humor y por eso hicimos un tema, ¡Que viene Trump!, con la idea de parodiarlo. Los últimos trabajos que hemos hecho van en la línea de reivindicar la paz y el decir 'no' a la guerra, como en el sencillo No dispares más - con la letra de Gabriel Sopeña, que ha escrito también para Loquillo u otros artistas. En ocasiones recurrimos al humor y en otras se trata de cantar canciones que te llegan con un tono de juego y de aventura. No todo el día estamos de broma, pero tener sentido del humor es básico para reivindicar algunas cosas, como hemos hecho en nuestra carrera.
— Por último. ¿Qué proyectos tienes a futuro? ¿Hay algún camino nuevo que quieras explorar con la Orquesta Mondragón o en tu carrera?
— Vivimos y trabajamos mediante este tipo de giras y conciertos. Aún así, nuestra idea es sacar un nuevo disco y ojalá sea pronto. A veces uno se cuestiona que las canciones y los discos ya no se venden como antes, cosa que afecta también al resto de la industria. No obstante, tenemos ganas de seguir actuando y de hacer temas nuevos. De hecho, tenemos un montón de canciones en la recámara que ojalá en breve puedan grabarse y ponerse en circulación. Continuamos en la lucha.