CASTELLÓ. La Cátedra Facsa de Innovación en el Ciclo Integral del Agua de la Universitat Jaume I ha celebrado su primera jornada online bajo el título Estudio de las aguas residuales con fines epidemiológicos, en la que se ha puesto en valor, ante más de 300 asistentes, el agua residual como una fuente de recursos e información.
La llegada de la pandemia de la covid-19, causada por el virus SARS-CoV-2 ha puesto de manifiesto la necesidad de buscar métodos de detección temprana y alerta, que permitan mejorar las estrategias para combatir la epidemia. En este sentido, durante la jornada se destacó el uso de las aguas residuales para anticiparse a posibles brotes, así como la monitorización durante los episodios de brotes activos mediante la detección de la presencia de material genético de SARS-CoV-2 en las redes de saneamiento y estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) de distintas localizaciones. De esta forma, se presenta el agua residual como una vía para mejorar la prevención y salud pública de la población.
A la jornada han asistido investigadores de entidades internacionales como Xavier Fonoll, de la agencia del agua de Detroit Great Lakes Water Authority, (GLWA, EEUU), quien ha comentado que «en la actualidad estamos inmersos en diferentes proyectos sobre biología molecular en EDAR con los que esperamos que esta disciplina se instaure en el control sanitario desde las EDAR a largo plazo». Además, ha mostrado los principales resultados obtenidos en la ciudad de Detroit en colaboración con la prestigiosa Michigan State University (MSU).
El segundo ponente, Pablo Rasero, de la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla S.A (Emasesa), ha ofrecido el punto de vista del sector público a nivel nacional, mostrando el sistema de detección temprana que se ha instaurado en Sevilla y alrededores. Para Emasesa el control del material genético en las aguas es un sistema caro, pero sin duda más económico que un cribado masivo. Pablo también destacó la importancia de que "los datos se transmitan rápidamente desde el laboratorio hasta las administraciones sanitarias".
Como investigadores expertos en la materia, se ha contado con Gloria Sánchez, investigadora del CSIC dentro del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC). Sánchez ha destacado que "este tipo de análisis es capaz de anticipar y dar tendencias sobre el impacto de la enfermedad en la población. Además, permite estudiar qué variantes del virus están circulando dentro de la sociedad" trasmitiendo el gran esfuerzo de numerosas entidades que han trabajado en la estandarización del protocolo de análisis de SARS-CoV-2 en aguas junto con el Ministerio de Ciencia e Innovación.
Por otro lado, Juan Bellido y Marisa Rebagliato, junto a Maria Barberá, del Àrea de Epidemiologia y Salud Pública (UJI), han mostrado como ejemplo de estudio el seguimiento de la evolución de un brote de la Covid-19 en la ciudad de Castelló de la Plana durante junio-julio y su huella en las aguas residuales. Para este grupo de investigación "los resultados de vigilancia ambiental en las aguas residuales fueron una herramienta más que ayudó al equipo de investigación en la determinación del fin del brote en Castellón de la Plana de forma anonimizada y no intrusiva". Este trabajo mostró la necesidad de realizar equipos de trabajo multidisciplinares entre expertos de los sectores del agua, la microbiología y quienes trabajan en el día a día con los datos clínicos e indicadores epidemiológicos de la covid-19.
Como muestra de la utilidad de esta información, Núria Zamorano del departamento de I+D+i de Facsa ha compartido con los asistentes los principales resultados obtenidos durante el desarrollo del proyecto Covid Water. En cofinanciación con la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) "se ha desarrollado una plataforma inteligente que permite de forma sencilla observar las tendencias en los indicadores epidemiológicos y la información obtenida a partir de las aguas residuales", ha declarado. La plataforma ya está operativa y está siendo utilizada por numerosas administraciones públicas de más de 14 provincias, siendo una herramienta más en la toma de decisiones.
El último ponente, el catedrático Félix Hernández del Institut Universitari de Plaguicides i Aigües (IUPA-UJI), ha expuesto su amplia experiencia en la Epidemiología del Agua Residual (WBE) centrada en el consumo de drogas de abuso, y los aspectos más relevantes de este tipo de estudios. Según Hernández, "el agua residual de una población tiene mucho valor porque es una especie de huella dactilar sobre cómo vivimos. Lo que hay que encontrar es un marcador estable".
Finalmente, en el turno de debate se han podido abordar temas de interés como la incidencia de las nuevas variantes y los programas de vacunación sobre este tipo de estudios. Esta jornada online está enmarcada en las actividades que organiza la Cátedra Facsa de Innovación en el Ciclo Integral del Agua de la Universitat Jaume I y su iniciativa Water UJI financiada por la Agencia Valenciana de la Innovación.