CASTELLÓ. La Conselleria d'Agricultura confirma lo adelantado por este diario: la clemenules aglutina tres cuartas partes de la caída de tonelaje citrícola de todo el Estado. Si el aforo del Ministerio prevé 300.000 toneladas menos en España, solo la variedad reina de las clementinas, en la Comunitat Valenciana, verá cómo su producción se reduce "en 220.786 toneladas en relación a la campaña precedente".
Esa es la previsión, para la nulera, que recoge el aforo que la Conselleria ha publicado este jueves. Esta la variedad de clementina más apreciada de las últimas décadas, pero en las últimas campañas acumula problemas de comercialización por su concentración en un periodo cada vez más concreto de tiempo. Así, a "los menores rendimientos esperados", motivados por diferentes causas, como las plagas -especialmente el cotonet de Sudáfrica-, pero también las incidencias climatológicas, con varios episodios de granizo en las comarcas productoras; se une "una reducción en la superficie de cultivo considerable", señalan los técnicos de Agricultura en su informe.
El abandono de campos está detrás de este descenso, y también la sustitución de esta variedad por otras con más salida comercial. Asimismo, el secretario general de La Unió de Llauradors, Carles Peris, apunta otra razón: "La reducción de superficie es evidente y, además, los árboles son viejos, tienen más de 25 años, y hay mucha alternancia entre campañas".
Todo esto motiva la reducción del 33,7% de la producción de clemenules respecto a la campaña pasada, con lo que la que está en puertas será la segunda de la historia reciente con menor producción. Solo la histórica temporada 2019/2020, en la que la Conselleria preveía 373.991 toneladas (ya no hubo balance posterior por variedades concretas) registró una producción de nulera menor en la Comunitat. Con ello, y dado que en el aforo actual los técnicos de Agricultura prevén "unas 52.456 toneladas más (+13,7%)" respecto a hace dos años, la producción de esta variedad en la campaña en ciernes debería superar las 425.000 toneladas.
Esta es, sin ningún género de dudas, una producción extremadamente corta para una variedad muy apreciada. De hecho, en la temporada 2019/2020 la fruta apenas alcanzó a llegar a Navidad, el punto álgido de la campaña, y los precios fueron "históricos, con tratos a 0,50 euros el kilo al final", recuerda Peris. Así, para este año es de prever algo parecido: "Hacia Navidad estaremos agotando la fruta -señala el responsable de La Unió- y los precios deberían estar más cerca de 0,40 que de 0,30".
La caída en el tonelaje de la clemenules hace que Castellón sea la provincia valenciana que se lleve la peor parte en la previsión de cosecha de la Conselleria hecha pública este jueves. En concreto, las comarcas citrícolas castellonenses perderán un 28,2% de la fruta que sus árboles dieron en la campaña pasada, con lo que se quedará en unas 560.000 toneladas. Como se ha dicho, las clementinas aglutinan el descenso, mientras las naranjas incluso aumentarán un 4%.
Por su parte, Valencia y Alicante registran un descenso de fruta escaso, del 3,8% y del 3,4%, respectivamente. En el caso de la segunda, a pesar de una pérdida de producción de limones importante (del 19%), el aumento de la naranja casi lo compensa. En lo que se refiere a Valencia, sí incide más la afección de las clementinas, en una provincia con varias zonas también muy afectadas por el cotonet; mientras las naranjas se mantienen estables.
En el cómputo global, para el año citrícola que ahora arranca, la Comunitat producirá prácticamente 3,2 millones de toneladas, según las previsiones del departamento que dirige Mireia Mollà, lo que significa un 9,1% menos que el balance de la campaña pasada. Con ello, el territorio valenciano sigue siendo, y de forma muy destacada, el principal productor español... y también europeo.