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uno de los primeros centros en incluir la Inteligencia Artificial a su plan de estudio

La EASD de Castelló tiende la mano a la IA: "Tenemos que pensar que es una herramienta positiva"

2/10/2023 - 

CASTELLÓ. Apenas empieza el nuevo curso académico y L’Escola d'Art i Superior de Disseny de Castelló afirma estar en "crisis", pero no en una cualquiera, en la crisis de los 40. Mucho ha cambiado el sector desde que abriera sus puertas en 1983. Cuenta Miguel Monar, su director, que cuando el centro se inauguró, "el diseño era algo más anecdótico, no tenía ni siquiera un valor añadido". En este sentido, la irrupción de la EASD fue importante para empezar a hacer pedagogía. "Se han formado muchos diseñadores aquí, pero también se ha formado culturalmente el entorno productivo y el entorno cultural de Castelló. Hace 40 años el valor del diseño no era el que tiene ahora, la industria no lo valoraba igual. La escuela ha jugado, de este modo, su pequeño papel a nivel local".

Siempre ha intentado ir la EASD un paso por delante de la ciudad, haciendo llegar las últimas tendencias. Por eso, cree Monar que alcanzar las cuatro décadas de enseñanza implica "renovación y crecimiento". Una de sus grandes bazas para este curso ha sido incorporar la Inteligencia Artificial al plan de estudio, convirtiéndose además en uno de los primeros centros en hacerlo. Una decisión que ha causado, sin embargo, revuelo entre muchos creadores, quienes se muestran en contra de la herramienta y por lo tanto de su divulgación. Pero, ¿puede llegar a sustituir una Inteligencia Artificial al artista? 

El director de la EASD, Miguel Monar; el vicerrector David Marqués y el profesor que imparte la asignatura de IA, Eusebio López, analizan el pasado, el presente y el futuro de la escuela y de las enseñanzas artísticas. Juntos recuerdan como además de este hubo otros cambios significativos para la profesión. 

Exposición de carteles hechos con Inteligencia Artificial en la EASD de Castelló  

Otras 'crisis' antes de la IA

Posiblemente ninguno de los alumnos que actualmente cursan sus estudios en diseño tengan esa preocupación, pero Monar recuerda como una "crisis importante" el momento en el que aparecieron los ordenadores. "Sobre todo los diseñadores gráficos empezaron a temer que cualquiera pudiera crear carteles. Y de hecho, empezaron a aparecer diseños sin ninguna calidad. Pero, al igual que ahora, para eso están los profesionales. Los diseñadores no han dejado de trabajar porque se inventara el ordenador. Con la inteligencia artificial será más fácil todavía crear un cartel, pero tendremos que hacer pedagogía para que la sociedad entienda que si quiere un buen resultado y una buena comunicación tendrá que ir a gente que esté formada", manifiesta Monar.

En el caso del diseño autonómico, recuerda también otro cambio de ciclo importante que tuvo que ver con la industria cerámica. "Durante años los estudiantes han estado enfocados en el ámbito de la serigrafía, que era algo que se utilizaba en todo el proceso de fabricación y sobre todo de decoración de la cerámica. Así que cuando aparecieron de repente las máquinas de impresión digital, la formación cambió en pocos años completamente. Rápidamente tuvimos que darle conocimientos en nuevos procesos, porque era lo que le iban a pedir fuera".  

La IA en las aulas: ¿acierto o error?

Pero, el reto al que se enfrenta ahora el sector es mucho mayor. La Inteligencia Artificial es capaz de crear canciones, traducir frases y generar textos propios o imágenes con conceptos que se puedan encontrar en Internet. Frente a esto, los artistas temen que su trabajo se vea reemplazado, pero además advierten que estos programas están tomando imágenes sin su consentimiento y sin que los autores de las mismas reciban recompensación. Es, así, ¿un acierto o un error llevar la IA a las aulas?

David Marqués, vicerrector de la EASD, lo ve claro: "Como escuela tenemos la obligación moral de pensar que es una herramienta positiva y no una amenaza, porque al final las estadísticas dicen que la Inteligencia Artificial genera también puestos de trabajo y se pide a gente con esas competencias. Por lo que, tenemos que dar la opción al alumnado. Lo más importante de cualquier disciplina artística es saber materializar la idea que tienes en la cabeza. Al final lo que estás haciendo es una toma de decisiones para llegar a una imagen. Y es igual de importante si lo haces con un pincel como con Photoshop". 

 

En el primer día de la optativa de cuarto curso 'Futures Design', Eusebio López preguntó a sus alumnos si veían la IA como una amenaza o una oportunidad y sorprendentemente ninguno afirmó que fuera un peligro, si bien solo 7 de 15 alumnos creen que sea una oportunidad. "Sabemos que es necesario que se regulen estos programas, pero la Unión Europea ya está haciendo una normativa. Siempre ocurre que las leyes van por detrás. En cualquier caso, hay que abrir esa vía porque pensamos que la IA ha llegado para quedarse. Estamos ante un cambio de paradigma total. El otro día poníamos el ejemplo en clase de la Casita de Wendy, unos diseñadores de moda de Madrid que se caracterizan por utilizar materiales ecesostenibles y hacen todo a mano. Pues bien, han sacado una colección cápsula hecha con Inteligencia Artificial. Hay que entender que es una herramienta complementaria, que sirve para dar una vuelta de tuerca a nuestro trabajo sin tener que renunciar a ningún principio ni nuestra manera de trabajar. A los alumnos no solamente les vamos a enseñar a cómo usarla, sino a que tienen que desarrollar un pensamiento crítico". 

En este sentido, Monar incide en que "siempre se mantendrán los oficios y técnicas tradicionales, tanto en diseño gráfico como en cerámica, pero a la vez se han tenido que ir incorporando nuevas tecnologías porque ya están en los procesos de trabajo". 

"Creemos que los alumnos deben estar adaptados al nuevo escenario que se viene, aunque, en realidad, no sabemos qué va a pasar. Puede ocurrir que los trabajos hechos a mano ganen incluso valor y en ese caso, podrán estar preparados para todo", afirma López. A lo que Marqués agrega: "De hecho, diseñadores como Isidro Ferrer no creo que nunca la utilice, porque es un diseñador muy manual. Y eso es igual de válido que quien utiliza la IA, como hizo el mismo Eusebio en el cartel de Sagunt a Escena. Pueden funcionar ambas prácticas. De hecho, Ferrer tiene bastantes encargos. Los diseñadores que no utilizan ordenadores no tienen porque quedarse fuera, más bien al contrario, el panorama es muy rico."

Sin obviar la sostenibilidad

En paralelo, las enseñanzas artísticas se enfrentan a un cambio de ciclo que tiene que ver con la sostenibilidad. En la misma asignatura de IA los alumnos abordarán el objetivo 18 de la Agenda 2030, porque en el horizonte de la optativa está trabajar en innovación social. "Van a tener que pensar en cómo hacer la vida de las personas mejor, que es una de las grandes funciones del diseño", explica López.

En general explica Miguel Monar que la sostenibilidad es una cuestión que preocupa al centro. "Es algo que se trabaja mucho. Este año hemos empezado con una comisión de sostenibilidad. Además, en grados como el de Moda, que sabemos que es la industria más contaminante, se hacen colaboraciones con empresas respetuosas. Y en general queremos desarrollar un plan que analice los materiales de desecho que se producen en el centro. Tenemos talleres, laboratorios, todo eso hay que gestionarlo. Digamos que transversalmente se trabaja en muchas asignatura, pero de puertas para adentro también nos lo tenemos que aplicar y estamos en ello."

Creen, por todo esto, desde la dirección que la época de mayor esplendor en el diseño "es la que está por llegar". En el caso del centro, además, si en 2025 se da por concluida la construcción de la futura Ciudad de la Música -la cual todavía no ha empezado-, dejarán de compartir espacio con los conservatorios de música y ampliarán así sus instalaciones y podrán desarrollar más estudios. También este año, el centro ha incluido un Grado en Ilustración, que da la oportunidad a los alumnos a continuar tras dos años de especialidad. 

"La escuela siempre ha buscado esa conciencia social del diseñador, ese compromiso con su trabajo, y eso no ha cambiado independientemente de que haya unas herramientas u otras", concluye Monar. 

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