CASTELLÓ. La firma citrícola de Almenara Germán Sancho y Compañía se ha hecho con los activos y las marcas de otra compañía de la localidad, Joaquín Llusar, que tiene sus almacenes en la vecina Quartell. El juez de lo Mercantil número 3 de València ha resuelto así el concurso de acreedores en que se encontraba inmersa la segunda sociedad desde 2018, al que había llegado tras varios años de resultados negativos y, fundamentalmente, debido a su elevado pasivo a corto plazo y la insuficiencia de activo circulante.
Con la compra, en la que Germán Sancho se ha impuesto a otras firmas interesadas y que se ha cerrado por un montante "de entre 4 y 5 millones de euros", señalan fuentes conocedoras, la compañía de Almenara refuerza su peso en París, donde a través de su marca La Soculente es la principal referencia citrícola. Ahora, con la compra de Joaquín Llusar, verá reforzado este papel en la capital parisina.
No en vano, también se ha hecho con las diferentes marcas de la firma vecina, entre ellas Toi et Moi, La Violette, Midinette, Diagonal, La Mejora y Tollupol, la referencia de la sociedad citrícola ahora extinguida. Con ellas Joaquín Llusar tenía una fuerte implantación en Francia, sobre todo en París, y también en el mercado interno.
Asimismo, la transacción garantiza a los compradores unos almacenes (inaugurados a finales de 2006) donde continuar creciendo. No en vano, la vieja nave de Germán Sancho y Cía, ubicada en Almenara, se había quedado pequeña para albergar la actividad de la firma, que el año pasado registró una facturación de 23 millones de euros y unos beneficios de 2 millones.
Además de la nave de Quartell, con la compra la firma de Almenara también se hace con la rama agrícola de Joaquín Llusar. En conjunto, los activos de la firma ahora liquidada están valorados en unos 16 millones, según recoge la resolución del juzgado. Y estos van a incrementar los bienes de Germán Sancho y Cía, que entre 2004 y 2005 se hizo con dos campos en Isla Cristina y otro en Ayamonte (Huelva), donde además de cultivar naranja cuenta con otras instalaciones.
Junto a todo ello, Germán Sancho y Cía se ha subrogado (lo hizo el pasado día 22) una plantilla de alrededor de 180 empleados que se suma a la suya. Esto se ha producido, justamente, cuando los trabajadores habían lanzado una convocatoria de huelga después de que no hubiesen cobrado sus salarios desde el pasado mes de junio. Se ha establecido además un calendario de pagos para abonar todas las deudas pendientes.
Con los alrededor de 5 millones que ha abonado, la compradora asume también la deuda de Joaquín Llusar, cifrada en 4,5 millones en el momento en que esta depositó sus estados contables.
Más allá de todo esto, la sociedad se hace con una firma que llegó a manejar en su día alrededor de 20.000 toneladas de cítricos en sus instalaciones, fundamentalmente clementinas, con una cuota importante en París, lo que le llevó a facturar 21 millones de euros en 2015. Las pérdidas posteriores y la elevada deuda llevó a sus tres propietarios a aceptar un contrato de maquila por el que trabajaba con fruta de otra firma, que esta comercializaba a cambio de un arrendamiento de las instalaciones.
Así, justo en el inicio de una nueva campaña citrícola, Germán Sancho y Cía da un gran salto en todos los aspectos que le lleva a situarse como un actor de referencia en el mercado citrícola de la Comunitat Valenciana.