CASTELLÓ. La Unión Temporal de Empresas (UTE) Becsa-Telecso, única participante en el concurso público, plantea mejorar la ejecución de la reforma de la avenida Lidón con la implantación del doble sentido en el tramo de la calle Rafalafena entre la plaza María Agustina y el cuartel de la Guardia Civil, actualmente de una única dirección. La medida pretende facilitar el acceso a la zona de actuación de manera más sencilla y reducir la afección a la movilidad de los vecinos, garantizando además la descongestión del tráfico.
La concurrente divide la construcción en cuatro fases. Esa segmentación del trabajo busca rentabilizar los recursos para cumplir el plazo de 15 meses. El presupuesto de la remodelación asciende a 3,3 millones de euros, cofinanciados con fondos europeos dentro del programa operativo Feder de crecimiento sostenible 2014-2020.
De acuerdo con el informe de la sección de Movilidad Urbana del Ayuntamiento de Castelló, la UTE presenta una propuesta del proyecto muy completa, ofreciendo alternativas respecto a las soluciones de movilidad. En cuanto al estudio y conocimiento del ámbito de actuación, aporta detalles "interesantes" relativos a la infiltración del terreno, los servicios urbanos, la integración de la avenida a la trama viaria y los accesos de residentes y de elementos patrimoniales afectados.
Una vez abiertos los sobres A y B, con la documentación administrativa y los criterios técnicos, respectivamente, solo falta que la Mesa de Contratación valore la oferta económica para informar favorablemente acerca de la adjudicación. En principio, la idea pasa por comenzar la obra civil en octubre, ya que tanto Becsa como Telecso no solo aseguran la reserva de los materiales, sino también de la disponibilidad de la maquinaria y medios auxiliares necesarios. También, del personal preciso para cumplir los tiempos que marca el expediente de redacción y construcción.
La licitación de la reforma de la avenida Lidón sufrió una interrupción en mayo a consecuencia del ciberataque sufrido por el consistorio a finales de marzo. Ante la imposibilidad de revisar los documentos en la plataforma de contratación, el plazo de presentación de ofertas quedó en stand-by. La suspensión del procedimiento se decretó en abril, reanudándose al mes siguiente. Finalizado ese periodo, únicamente se presentaron las dos citadas mercantiles con el compromiso de constituirse en UTE.
La actuación afecta a una sección de 1,43 kilómetros que se divide en tres tramos. El primero va desde la plaza María Agustina hasta la rotonda del Tombatossals. El segundo incluye el trozo entre la citada glorieta y la conexión con el anillo de circunvalación. El último llega hasta la Basílica de la Mare de Déu de Lledó.
A pesar de que el equipo de gobierno insiste en los beneficios del proyecto, con más zonas de aparcamiento, carril bici e itinerarios seguros, una parte de los residentes se muestra reacio a que cambie la actual concepción de la avenida. Ese rechazo se traduce en repetidas manifestaciones en la plaza Mayor. No obstante, la alcaldesa, Amparo Marco, ya advirtió en plena polémica que la remodelación seguirá adelante si no hay argumentos de "mayor peso".